Monday 31 October 2011

EL FUSIL DE ORO


El Gobierno de Mauricio Funes y sus aliados, el FMLN y GANA, ya mostraron su compromiso inequívoco de dar continuidad a los trabajos iniciados por ARENA y Tony, de tal forma que se pueda alcanzar  el bicampeonato en el período comprendido entre 2009 y 2014, y por las cifras de muertos que se han podido observar hasta el presente momento estamos en el camino seguro del bicampeonato del mundial de Violencia Armada.


El informe de la Carga Global de la Violencia Armada 2011 dio a conocer recientemente al campeón mundial de la violencia armada, competencia de la cual participaron 58 países alrededor del mundo teniendo como finalistas naciones representantes del Oriente Medio, América Central y el Caribe y África. Después de una reñida disputa (léase contaje de muertos), finalmente se consiguió definir al campeón mundial que fue galardonado con el codiciado trofeo “El Fusil de Oro” y, para alegría de todos los salvadoreños, si en el futbol de playa no nos llevamos sino el cuarto lugar, ahora nos hemos consagrado campeones mundiales de la Violencia Armada en el período entre 2004 a 2009 con resultados insuperables en prácticamente todas las categorías, derrotando así a Irak por apenas un par de cuerpos por día.

El mandatario salvadoreño actual, el señor Mauricio Funes, fue comunicado por la organización sedeada en Ginebra, Suiza, más por una cuestión de forma a decir verdad, porque en realidad “El Fusil de Oro” le será entregado al señor ex – presidente Elías Antonio Saca, dado que el galardón comprende el período de 2004 a 2009, período durante el cual su excelencia Tony Saca gobernó el país con mano dura (y super mano dura que ni pegamento de 10 toneladas) permitiéndonos así alcanzar el premio máximo.

Según se dice, el COENA está entrando en más una crisis, porque aparte de Arena haber perdido las elecciones en 2009, ahora resulta que también va a perder “El Fusil de Oro” - que para todos los efectos fue conquistado en el período que Arena gobernaba el país- ya que el premio le será entregado al señor Tony Saca, algo que la dirigencia del partido tricolor considera injusto. Las malas lenguas aseguran que se ha generado una gran disputa entre Arena y GANA para atraer a Tony Saca a sus filas, porque todos quieren ponerle la mano al “Fusil de Oro”. Justicia sea hecha, el galardón tendrá que ser compartido entre Tony y Arena porque su conquista fue un trabajo en equipo entre el ex – presidente salvadoreño y la agremiación política tricolor.

La obtención inédita de este premio no habría sido posible sin la colaboración de los equipos técnicos de las agremiaciones sociales “La Mara Salvatrucha” y “El Barrio 18”, por lo cual sus respectivos líderes deberán viajar hasta Ginebra, junto con la delegación salvadoreña liderada por Tony Saca, donde será entregado el premio.

Dados los protestos por parte del FMLN y Mauricio Funes, que se consideran también merecedores del galardón en virtud de su empeño en dar continuidad a los trabajos iniciados por Arena y Tony, se ha acordado que el Presidente de la Asamblea Legislativa Sigfrido Reyes (miembro del partido FMLN) y el  señor Presidente de la República también harán parte de la delegación que irá recibir el galardón en Ginebra. El señor Mauricio Funes ya puso a la disposición para el viaje a Suiza el jet privado de su amigo (hasta ahora desconocido) en el cual viajó a Disney junto con su familia. La cúpula del Frente, que tampoco preguntó a Funes ni le explicó al pueblo quien había costeado el viaje a Disney, está de acuerdo que el viaje sea realizado en un jet privado y no en un vuelo de la línea comercial.

Ya fue enviada a la Asamblea Legislativa una pieza de correspondencia para que el día de la llegada del “Fusil de Oro” sea decretado feriado nacional. A su llegada, el trofeo será presentado inicialmente en la Asamblea y posteriormente será trasladado a las dependencias de la Feria Internacional para que todos los salvadoreños puedan apreciarlo y así deleitarse con tan merecida conquista. Durante el evento evidentemente no podrían faltar demostraciones de violencia cotidiana: violaciones, asaltos a mano armada, iniciaciones de jóvenes heroicos mareros, amenazas telefónicas, secuestros, imposición de rentas, robos de carros (al vivo en el estacionamiento de la Feria Internacional y alrededores) y más, habrá exhibición y venta de armas de fuego de grueso calibre con demostraciones también al vivo. El propio presidente Mauricio Funes, junto con su amigo Mecafé, dueño de la empresa de seguridad “Sálvese quien pueda”, hará parte de las demostraciones públicas del uso de armas de fuego. Según se dice, desde que el País fue notificado por la organización en Ginebra acerca de la conquista del premio máximo, el señor Presidente, un hombre de paz y devoto de San Romero, ha sido visto en el polígono con más frecuencia practicando tiro con armas de diversos calibres, armas todas disponibles en el arsenal de su camarada revolucionario Mecafé.

Entre los invitados especiales al evento se contará con la presencia de varios jefes de diversas clicas, algunos miembros del Cartel de Texis, políticos de renombre en el acontecer nacional, policías, políticos y jueces corruptos, sin dejar de mencionar la presencia de históricos comandantes de las filas del FMLN, o el presidente de la paz Alfredo Cristiani. Algunos militares de alto rango, como lo son los implicados en el asesinato de los jesuitas, también estarán presentes y serán condecorados por el “Gobierno del Cambio” por su tremenda contribución histórica a la obtención de este galardón. Tal condecoración no es sino una confirmación del compromiso del gobierno actual con el mantenimiento de la ley de impunidad (amnistía) que les garantiza una vida en paz a nuestros héroes militares (léase criminales de guerra), tanto de izquierda como de derecha. Durante el evento se hará un minuto de silencio en memoria de los ya fallecidos Mayor Roberto D’buisson a Riata, Coronel Domingo Monterrosa, Coronel René Emilio Ponce y Comandante Mayo Sibrían de las filas de izquierda, todos ellos líderes históricos precursores de la violencia armada en el país.

El Gobierno de Mauricio Funes y sus aliados, el FMLN y GANA, ya mostraron su compromiso inequívoco de dar continuidad a los trabajos iniciados por ARENA y Tony, de tal forma que se pueda alcanzar  el bicampeonato en el período comprendido entre 2009 y 2014, y por las cifras de muertos que se han podido observar hasta el presente momento estamos en el camino seguro del bicampeonato del mundial de Violencia Armada.

Los patrocinadores del evento, el COENA, La Mara Salvatrucha, El Barrio 18, la empresa de seguridad “Sálvese quien pueda” y el Cartel de Texis invitan cordialmente al pueblo salvadoreño a participar de las conmemoraciones de la obtención de tan merecido galardón.

Friday 21 October 2011

Es el modelo idiotas

A casi dos años y medio de “gobierno del cambio” asistimos hasta con espanto la manera como el país está sufriendo, más una vez, con las políticas de un gobierno que prometió el cielo y la tierra, “el cambio” como ellos lo llaman, sin que para tanto consigamos ver las transformaciones que el país necesita desde que dejó de ser colonia en 1821. Sólo para completar nuestra desgracia nacional, la tormenta tropical “Mauricio Funes”, como me gustaría bautizarla dado que nadie se dio al trabajo de darle un nombre, azotó al país dejando un rastro enorme de pérdidas materiales y humanas.

 Recientemente leía las declaraciones de dos señoras que militan en los dos grandes partidos que dominan la política en el país; más específicamente me refiero a Milena Calderón Sol, por el partido Arena, y Lorena Peña, por el FMLN. Conforme registró el diario digital Contrapunto en la publicación “Consenso necesario para reactivar la economía” (http://bit.ly/pgWL2t), la diputada Calderón Sol afirmó que “la situación no tiene nada que ver con el modelo”, al referirse a la dificultad que el gobierno actual enfrenta en reactivar la economía, y reiteró la diputada “El empleo no aumenta con fuerza porque hay baja inversión por la desconfianza, no es cosa de modelo”. Por su parte, la diputada Lorena Peña declaró: “El presidente está siendo muy responsable. Estamos tratando de afrontar la crisis y cumplir los compromisos internacionales y de combate a la pobreza sin golpear el modelo”, para luego en seguida, contradictoriamente, atacar aquello que llama de responsabilidad: “Pero el modelo es desestabilizador… es un modelo perverso que genera violencia”. Pero yo me pregunto, cómo es posible llamar de responsabilidad por parte del presidente el preservar un modelo que es desestabilizador, perverso y que genera violencia, y confieso al lector que hasta el momento no encontré respuestas, porque a pesar de la aparente discordancia entre las diputadas en relación al modelo vigente en el país, es necesario destacar que la discordancia es apenas ideológica porque en la práctica la diputada Peña concuerda con el presidente Funes y con la diputada Calderón Sol en la preservación del modelo, y a tal preservación ella llama de “responsabilidad”.

Delante de ese cuadro yo pregunto, ¿qué alternativas tienen las dos mayores fuerzas políticas para ofrecerle al país? Y yo sentencio de antemano: NINGUNA.

Los problemas del país no se resuelven apenas con incentivos a la economía, o con inversión sea esta pública o privada para reactivar la economía, ni con más crédito, ni mucho menos con el tal asocio para el crecimiento (APP). Lo que necesitamos urgentemente son nuevas agremiaciones políticas que que reconozcan ante de más nada que el modelo está equivocado, y que presenten propuestas concretas para realmente efectuar cambios estructurales en el país.

Nuestras bases están equivocadas, no podemos hablar de competitividad con millares de analfabetos o gente que mal acabó el sexto grado; no podemos hablar de equidad y justicia social cuando tenemos personas ganando menos de US$5 por día; no podemos hablar de comercio exterior cuando se han firmado tratados de libre comercio con países con los cuáles no tenemos las menores condiciones de competir, porque ellos se encuentran en un avanzado estado de la tecnología, y muchas veces su producción, como es el caso de la agricultura en Europa y Estados Unidos, es subsidiada; no tenemos siquiera garantías de salir por la mañana y volver por la noche a nuestras casas sanos y salvos, dada la precaria o inexistente seguridad que el gobierno le ofrece al ciudadano; cómo podemos hablar de crecimiento económico sostenible si nuestra mano de obra no es calificada, nuestro parque tecnológico es precario, nuestro sistema de educación es desigual y apenas accesible para quien lo puede pagar.

Como ya fue dicho, las principales agremiaciones políticas del país, delante de su insistencia en preservar ese modelo de explotación e injusticia, carecen de propuestas que realmente puedan promover el cambio, por lo cual es un imperativo que otras se levanten con verdaderas alternativas de impacto histórico. Pero no apenas eso, porque más allá de las nuevas agremiaciones es el pueblo quién tiene que asumir las riendas de su destino, tiene que concientizarse de sus necesidades, tiene que elaborar su propia agenda y parar de esperar que los políticos lo hagan por él, porque de esas aguas amargas ya lo sabemos, no saldrá agua dulce. Es necesario que el pueblo comience a demandar, a exigir aquello que por derecho le pertenece, porque, contradictoriamente a lo que muchos alegan es la gente, y no el empresariado, que genera la riqueza en el país.

Respondan ustedes señores cabeza de Excel, ¿qué sería del empresario sin la mano de obra del trabajador? ¿Quién cortaría el café? ¿Quién ordeñaría las vacas? ¿Quién construiría las carreteras, los edificios, las escuelas y las universidades a las cuales muchas veces los hijos del trabajador no pueden acceder? ¿Quién trabajaría como secretaria? ¿Quiénes serían los cajeros de bancos? ¿Quién les enseñaría las primeras letras a sus hijos? ¿Quién haría los programas de computación para la automatización de sus empresas? ¿Quién manejaría los buses que precariamente hoy en día llevan al trabajador de la casa a los lugares de trabajo? No señores, no es la gallina de los huevos de oro, es el trabajador, y el trabajador es merecedor de un salario justo.

No nos engañemos, no será esperando por el próximo locutor o comentarista de televisión o por los próximos “revolucionarios” que las transformaciones necesarias llegarán. Las transformaciones llegarán cuando el pueblo mismo, desde abajo, las conquiste, luche por ellas, sólo cuando hayamos definido nuestras prioridades estaremos listos para pensar en la agremiación política que mejor podrá representarnos, ya sea en el Ejecutivo o en el Legislativo. Democracia no se hace a cada 5 años, democracia es poder del pueblo y el poder, además de ser participativo, se ejerce en el día a día, desde abajo, desde el barrio, desde el equipo de futbol, desde el sindicato, en las calles, en las fiestas patronales, en el lugar de trabajo, etc.

Sin un cambio de modelo nuestra situación no va a cambiar, pero ese cambio no vendrá de los políticos, ese cambio lo tenemos que efectuar nosotros mismos, el pueblo salvadoreño.

Saturday 15 October 2011

Lucha de clases


En reciente debate en el blog de Política Stereo en Facebook, a raiz del artículo “Asesores de pobreza, delincuencia, sangre y muerte”, en el cual el autor teje una serie de críticas a los gobiernos de derecha que el país sufrió durante las 4 administraciones anteriores (obviamente no hizo mención a todos los otros gobiernos de derecha desde que El Salvador dejó de ser colonia), uno de los participantes del debate generado en el espacio de los comentarios sugería como solución para superar los problemas del país 4 puntos, de los cuáles me llamó la atención uno en particular: “El unirse en torno de los temas de país”, independiente de colores partidarios y posiciones de izquierda y derecha. A pesar de oportuna y atinada la propuesta me parece que no puedo concordar con ella, o por lo menos no totalmente, y expongo a seguir mis razones.
La primera y principal dificultad que encontramos al querer unirnos en torno de los problemas de país, (o temas si así se desea el lector), es que estos no son los mismos para todos,  por ejemplo, no se puede decir que un morador de la San Benito tenga los mismos problemas que otro de la Zacamil o de la Campanera. O alguien que tiene la mesa servida con todas las de la ley para el desayuno de esta mañana no tiene los mismos problemas que alguien que no tiene siquiera para darle un vaso de leche a sus hijos o que mal sabe si va a haber dinero suficiente para el almuerzo. De igual forma, los problemas no son los mismos para una madre que tiene tres hijos de los cuales por desgracia talvez dos son mareros y el más pequeño apenas está esperando crecer para ingresar a las "filas", mientras que otra madre que también tiene tres hijos, 2 de ellos están estudiando en el Liceo Salvadoreño y más uno a punto de egresar de la UCA.
Con ejemplos simples y concretos se puede probar fácilmente que los problemas no son los mismos para todos, y es por eso que se torna difícil unirse en torno de los mismos temas de país, porque muchas veces lo que para uno es un problema, para el otro es solución, ¿perdón, que ha dicho usted?  Veamos: Para unos, no pagar los impuestos debidos al país es solución para aumentar sus lucros y garantizar el holgado nivel de vida que llevan (lo que no quiere decir que bajaría su nivel si pagaran lo justo), mientras que para otros los impuestos que aquel dejó de pagar le habrán de costar la falta de salud, educación e infra-estructura en el barrio pobre donde reside. Más un ejemplo, para un empresario que sangra a sus empleados con salarios bajos mantener la situación como está es una solución para garantizar sus lucros elevados, mientras que para el trabajador que está siendo explotado es un problema, porque con US$200 mal consigue pagar la comida de la familia, el alquiler, agua, luz, gas, etc., por cierto, antes que alguien se dé a la molestia de acusarme de comunista o de perturbador del orden económico establecido, le sugiero que haga las cuentas para saber que es lo que consigue pagar con US$200, con suerte le alcanzará para la gasolina y para el café expreso de cada día en la estación gasolinera de su preferencia.
Ese conflicto constante entre grupos sociales con intereses antagónicos (y antagónico no es lo mismo que diferente) es lo que se conoce como lucha de clases, y esto, contrario a lo que muchos afirman, no es algo que se fomenta, no es algo deseable, es apenas una realidad en un país tan desigual como el nuestro donde los intereses del patrón y del trabajador son indudablemente antagónicos. Mientras el trabajador quiere ganar por lo menos un salario digno, el patrón lo explota  amparado por un sistema legal injusto que le permite pagar un salario de miseria (el así llamado salario mínimo, que por cierto es inferior a los US$200 antes mencionados).
¿Cómo es posible, delante de ese cuadro, no hablar de lucha de clases? ¿De qué manera podríamos entonces unirnos en torno de los mismos temas? Ese es sin duda uno de los grandes desafíos que tenemos por delante.
Vivimos innúmeros levantamientos populares y el más reciente, la guerra civil en la década de los 80, tampoco fue capaz de superar esa lucha de clases, que no es sino la opresión del más poderoso, del dueño de los medios producción, sobre el trabajador que apenas cuenta con su fuerza de trabajo, acción necesaria para transformar la naturaleza. Sin trabajo no hay transformación de la naturaleza y sin esa transformación no hay generación de riqueza. No se engañe señor lector, la bolsa de valores no genera riqueza, muy por el contrario, extrae la riqueza generada por el trabajo y es por esa razón que la manera perversa como el mercado financiero opera apenas perpetua la opresión y las desigualdades, generando crisis atrás de crisis aumentando a cada día más el abismo que separa a los pobres - quienes con su trabajo generan riqueza - de los ricos.
Para nuestro infortunio, ni la guerra ni la paz han sido capaces de superar la lucha de clases que muchos insisten en negar, e indiscutiblemente superarla significa: darle más a los que tienen poco o nada y hacer con que los dueños de los medios de producción, el empresariado, los patrones, paguen salarios dignos; hacer con que los gobernantes creen leyes laborales justas, no a la medida y voluntad de los patrones, mas principalmente para proteger al trabajador de los abusos e injusticias de sus jefes; hacer con que el empresariado pague los tributos debidos de tal suerte que la nación deje de ser cargada fiscalmente en los hombros del trabajador.
Superar la lucha de clases es también superar la corrupción endémica que asola las arcas del estado; superar la lucha de clases, no es sino hacer un país más justo para todos, donde todos puedan gozar de los frutos que la naturaleza, que el suelo, que las riquezas de nuestra tierra le ofrecen a todos indiscriminadamente.
¿Delante de ese cuadro, es posible unirnos como nación en torno de los mismos temas? Supongamos que sí, pero irremediablemente las soluciones apuntadas tendrían que comenzar por una redistribución de la riqueza generada por el sudor del trabajador salvadoreño. Cualquier otra medida propuesta que no toque en ese punto está condenada a retroalimentar el sistema de opresión y explotación en el que nos encontramos sumergidos desde hace siglos.
Edwin Lima