Bajo el título “Gobierno pone alas al crecimiento económico”, el diario digital Contrapunto publicó un artículo* referente a una serie de reformas que el gobierno Funes está presentando al Congreso para su respectiva aprobación que tienen como objetivo dinamizar el crecimiento económico. Según Contrapunto “el plan de reactivación económica consiste en cinco componentes de los cuales se derivan una serie de iniciativas: un marco de incentivos económicos, el desarrollo de territorios, la agilización de trámites y reducción de burocracia, apuestas a sectores económicos y financiamiento para el desarrollo.”
Alexander Segovia, secretario técnico de la Presidencia y coordinador del Gabinete Económico adiciona que “en una economía de mercado es la inversión privada la que marca el ritmo de crecimiento”.
Personalmente considero que el error de Funes es creer que es la empresa privada que habrá de dinamizar la economía, si así lo fuera el país habría volado muy alto con ARENA pero la realidad nos muestra que no fue así. El problema, y eso no lo quieren ver ellos, es que hay tres maneras de mover la economía, através del consumo interno, y este depende del poder de compra del salario del trabajador - que está estancado desde hace tiempos- y de las remesas, por lo que no sorprende que cuando las remesas bajan, como fue el caso de la crisis subprime gringa en 2008-2009, la economía salvadoreña inmediatamente siente el golpe presentando tasas de crecimiento en descenso, cuando no negativas como fue el caso en 2009. Por cierto, aún no se han alcanzado los niveles de remesas de 2008 por lo que no sorprende que el PIB continúe con ese su habitual vuelo de gallina.
La otra manera de generar crecimiento económico es através de las exportaciones, pero en el país no tenemos competitividad y la moneda fuerte (dólar) y el TLC nos estorban, porque el modelo actual favorece las importaciones y la expatriación de lucros por parte de la banca y las multinacionales.
Hay un tercer motor, y ese es el Estado através del gasto público, pero con un Estado pobre como el salvadoreño, su influencia en el crecimiento económico es marginal.
Dicho esto, las medidas que el gobierno está tomando también tendrán efecto marginal, porque el poder de compra del salario del trabajador no solo alcanzó su techo como también tiende a perder su valor. Las remesas aún no alcanzaron los niveles de 2008 y el país tiene muy poco a ofrecer al inversionista extranjero como para querer instalarse en el país, a no ser en sectores como el de alimentos y servicios financieros, y peor aún, grandes conglomerados, incluso nacionales, que se instalan en el país, como redes de supermercados, tiendas de departamentos, etc, acaban no generando el empleo esperado sino que absorbiendo mano de obra que ya estaba empleada y quebrando al pequeño empresario local y concentrando la renta más aún. Ya el inversionista nacional no quiere tomar más riesgos porque conoce a la perfección lo que acá se describe.
¿Pero cuál es la alternativa? Que el Estado pase a actuar activamente en la economía, justamente contrario a lo que el modelo neoliberal vigente reza. A comenzar por el agro, seguido de una absorción mayor de mano de obra en el sector de infraestructura y servicios estatales, y la institución de la carrera de servidor público, todo esto con vías a revertir el modelo neoliberal. A seguir tiene que pasar a actuar en los sectores privatizados como pensiones, telefonía, electricidad, ya sea re estatizando o simplemente pasando a competir en los segmentos privatizados presionando así los precios hacia abajo y los salarios hacia arriba revirtiendo el lucro que los servicios dan en el propio trabajador aumentando así su poder de compra y mejorando su condición de vida. También se tienen que revertir el TLC y la dolarización para poder darle un poco de oxígeno a la economía. La reforma fiscal y la renegociación de la deuda pública juegan en este modelo un papel crucial porque el Estado va a necesitar de más recursos para poder invertir en la economía generando así empleo de verdad y generando crecimiento económico de largo plazo y sostenible, generando riqueza que permanecerá en el país, que no será expatriada en el próximo ejercicio fiscal.
Mientras no se mejoren los salarios de los trabajadores, mientras el Estado no pase a incidir directamente en la economía, contrario al título del artículo de contrapunto, la economía podrá tener alas, pero estas serán de gallina, el país nunca va a conseguir alzar vuelo más alto que un palo de jocote.
La empresa privada sabe perfectamente lo que estoy diciendo y ARENA lo probó durante 20 años, es imposible mejorar la economía del país mientras los salarios continúen achatados, mientras el poder de compra del trabajador es carcomido por la inflación, por el encarecimiento de los servicios sin que esa situación se refleje en una mejoría de los salarios, y sin darle educación de calidad al pueblo.
Mientras el papel del Estado en la dinámica económica continúe a ser negligenciado, como Funes al igual que ARENA insiste en hacerlo, podrán inventarse todos los planes de incentivo que quieran, pero la situación del país no va a mejorar
Para finalizar, es importante destacar que la inversión en la educación en todos los niveles así como la investigación científica juegan un papel fundamental en la implementación de un nuevo modelo de país.
Edwin Lima
edwinlima.blogspot.com
Contrapunto: *http://bit.ly/S8PLBP