Wednesday, 7 February 2024

Desmantelando la democracia

 


Sunday, 4 February 2024

CRÓNICA DE UN FRAUDE ANUNCIADO


El uno de mayo de 2021, tras la toma de pose de la nueva Asamblea Legislativa con mayoría oficialista, se prenuncia sin ambages lo que se le venía encima a El Salvador. En su primer acto la Asamblea destituye al fiscal general que estaba investigando miembros del gabinete del gobierno Bukele por indicios de corrupcón. Igualmente destituyen a los magistrados de la Sala de lo Constitución, los que le habían estado corrigiendo la plana a Bukele para frenar los abusos que ese señor había estado cometiendo durante la pandemia. 

Acto seguido, Bukele rompe con la CICIES, una de sus promesas de campaña, la cual había dado aviso a la fiscalía de por lo menos 12 indicios de corrupción en el gobierno de Nayib.

Al destituir a los magistrados muchas voces alertaron sobre el peligro inminente de una reforma constitucional la cual podría abrir las puertas para una reelección inconstitucional. Los voceros del gobierno, a comenzar por Félix Ulloa, quien en otras vidas había sido un respetado constitucionalista, negaron rotúndamente que eso hiciera parte de las intenciones del oficialismo. Ulloa no titubeó en decir que si esa posibilidad se barajara en las filas cian él sería el primero en oponerse a ello, lo que obviamente, a la hora de las horas, no fue así y Ulloa no sólo manchó para siempre su carrera de constitucionalista como se inventó los argumentos más inverosímiles posibles como por ejemplo, la existencia de un artículo escondido que nadie nunca antes había atentado para su existencia. Tanya Pastor, otra de las voceras del oficialismo, dijo en reiteradas ocasiones que tal posibilidad no pasaba de una mentira de la oposición. 

Para darle continuidad al proceso de ilegalidades, en septiembre de 2021 la sala impuesta por Bukele dió una resolución no solicitada declarando que la reelección sí era permitida en El Salvador, contrariando así por lo menos seis artículos de la Constitución que lo prohiben. Delante de ello Bukele silenció durante más de un año al respecto hasta que, el 15 de septiembre de 2022, anuncia que sería candidato a la reelección contrariando lo que él mismo había afirmado en reiteradas ocasiones, que la reelección no estaba permitida en El Salvador.

Para consolidar las ilegalidades, anunciaron igualmente, y fuera de plazo, que modificarían la forma como los escaños eran asignados en la Asamblea dejando de usar el método Hare para darle paso al método D'Hond que en esencia era una reforma que buscaba beneficiar al partido oficial garantizándole obtener una mayor cuota de poder ante alguna eventual disminución que pudiera tener en la votación en 2024. Ese mismo día también anunciaron la reducción del numero de diputados de 84 a 60 y del número de municipios de 262 a 44, medida cuyo único objetivo era garantizar al partido oficialista una mayor concentración de poder.

Les pareció poco y anunciaron la introducción del voto electrónico en el exterior através del uso de una aplicación para teléfono celular através de la cual la diáspora podría votar desde el confort de su casa sin necesitar dislocarse hacia la sede consular más próxima a su vivienda. Sin ninguna auditoría y sin probarle a la población que la aplicación garantizaría la legitimidad del voto, su secretismo y la imposibilidad de fraude, através de un oscuro proceso de licitación contrataron a la empresa española indra para desarrollar la aplicación.

Pero hablemos de la deuda política, la cual según la ley todos los partidos políticos tienen derecho en función de la cantidad de votos obtenidos en la elección anterior. Pues bien, el oficialismo se negó a pagarles a los partidos la susodicha deuda poniéndolos así en aprietos para poder financiar su campaña.

Para cerrar con broche de oro la serie de ilegalidades, se inventaron un plazo de renuncia de seis meses de antecendicia al pleito electoral que el  presidente tendría que respetar antes del comienzo del próximo mandato para poder así acceder al poder caso llegara a ganar las elecciones. Y así, el señor Bukele nombró como substituta a la presidencia a su (ex) secretaria privada y, sin mayores protocolos y sin haber hecho la juramentación debida ni el mucho menos haberlo anunciado en el diario oficial, su secretaria asumió la presidencia, y desde ese día nadie ha sabido más nada sobre ella.

Fallaría en mi narrativa si dejara de mencionar que se inventaron una regla através de la cual todos los votos emitidos en el exterior para las diputaciones serían asignados al departamente de San Salvador.

Delante de todos estos absurdos e ilegalidades, alguien en su sano juicio aún cree en la legitimidad de esas elecciones? Siempre dije que participar de un proceso electoral viciado como ese sería homologar el fraude, y lo sostengo, a los hechos me remito y me temo que la historia me dará la razón.

Saludos.