Sunday, 30 December 2012

ACUERDO DE NACIÓN


Con la llegada del final de año todos los analistas políticos dedican esfuerzos para hacer una retrospectiva de lo sucedido en 2012, así como también muchos otros intentan hacer previsiones o recomendaciones sobre lo que debería constituir la agenda política para 2013, y en ese espíritu de buenas intenciones para el año que está para comenzar parece que se ha tornado un lugar común la propuesta de elaboración de un acuerdo de nación que le permitiría al país salir de la crisis social, política y económica en la que se encuentra sumergido desde tiempos inmemorables.

A las puertas de un año electoral, en la recta final del gobierno Funes, el Arzobispo de San Salvador José Luis Escobar Alas hace un llamado a las autoridades para que trabajen en un “pacto de nación”. El analista política Roberto Caña, ex – miembro del FMLN y firmante de los acuerdos de paz de Chapultepeque en 1992, también hace un llamado para que se trabaje en lo que él llama de “acuerdo de nación”.

En un corto debate que sostuve con Cañas en las redes sociales le preguntaba cómo podría ser implementado tal acuerdo. En la visión de Cañas  “Los países que han alcanzado éxito han invertido en el desarrollo de una visión de largo plazo y han creado las instituciones para que esas visiones se traduzcan en la realidad, apoyándolas y dándoles seguimiento. Los países con mayores tasas de crecimiento en las últimas décadas han contado con una visión nacional estratégica que les ha permitido cerrar la brecha entre el corto y largo plazo tomando las decisiones y estableciendo los procedimientos para hacerlas realidad”.  Y adiciona, “se trata de un Acuerdo de Nación para lograr condiciones de vida dignas para todos los ciudadanos, que garanticen la cobertura de sus necesidades y el ejercicio de los derechos y deberes ciudadanos.”

Yo creo que no podría estar más de acuerdo con Cañas, los objetivos deben ser realmente esos, se trata realmente de crear una visión de largo plazo, como él dice, una visión nacional estratégica que permita cerrar la brecha entre el corto y el largo plazo. Sin embargo, a pesar de concordar en los objetivos que él traza, acerca de los cuáles creo que tanto la izquierda como la derecha podrían estar de acuerdo, me temo que el nudo ciego de esta discusión no son exactamente los objetivos, creo que en eso todos podríamos estar de acuerdo. Quien sacrificaría su carrera política diciendo que no está de acuerdo en que todos tengan acceso a un sistema decente de salud y educación, o a niveles de ingresos que realmente le garanticen una vida digna a los ciudadanos. Quien no estaría de acuerdo en “superar la vulnerabilidad socio-ambiental”, como describe Cañas en los puntos de una eventual agenda para un acuerdo de nación.

Pero como ya dije, el problema que yo veo no es en los objetivos, el problema estriba en los medios para alcanzar esos objetivos. Por ejemplo, para poder ofrecerle educación y salud digna a todos los salvadoreños, independientemente de sus niveles de ingresos, es necesario duplicar, triplicar o hasta cuadriplicar el presupuesto en esas áreas lo que implica necesariamente en mejorar la recaudación fiscal por la vía del combate a la evasión y elusión fiscal así como a través de la creación de nuevos tributos.

De igual forma, un acuerdo de nación presupone una mejoría substancial de la institucionalidad del país, de un uso eficiente de los recursos del Estado, de combate a la corrupción, al compadrazgo y al clientelismo, lo que implica en una Corte de Cuentas, Fiscalía General y Corte Suprema de Justicia independientes, que no se presten  a la politiquería como ha sido la marca hasta el presente momento. Significa también que los partidos políticos respetarían la independencia de los poderes y bajo hipótesis alguna desacatarían las decisiones de la Sala por ejemplo, estando o no de acuerdo con ellas. ¿Hay acuerdo en esto?

Un acuerdo de nación también presupone mejoría en las condiciones de los trabajadores, tanto a nivel salarial como en la manera como los patrones tratan a los empleados, en el respeto a los derechos laborales, etc. ¿Podríamos suponer que las gremiales empresariales estarían de acuerdo, espontáneamente, a que esto se diera?

¿Será que podríamos alcanzar un acuerdo sobre la manera como la derecha privatizó la banca, prácticamente asaltando al país entregándole los ahorros del país a la banca internacional? ¿Estarían todos de acuerdo que la manera como el sistema de pensiones fue privatizado, entregándole la gordura al capital privado, y dejándole las deudas al país, fue una decisión totalmente nociva a los intereses del país y que tal decisión necesita ser revisada?

¿Y qué decir de acuerdos comerciales como el TLC con los Estados Unidos que le echó la última pala de tierra al sector exportador, quebró el agro y le abrió las puertas a las multinacionales para poder saquear el país sin impedimentos? ¿Y la privatización de otros servicios básicos como telefonía o electricidad, parte de la riqueza del país que le fue entregada a la iniciativa privada bajo la excusa que el Estado no es buen administrador? ¿Estarían todos de acuerdo en revisar tales cosas?

Y qué decir del endeudamiento que le cuesta al país 30% de su presupuesto anual, y que es hasta ahora la única manera que los gobiernos han encontrado para financiar el déficit presupuestario, ¿cuál sería el acuerdo que se alcanzaría para superar este problema?

Podría continuar enumerando áreas como el medio ambiente, vivienda, transporte público, seguridad, agro, etc. y me temo que llegaría a la misma conclusión, alcanzar un acuerdo conforme Cañas y Escobar Alas proponen sería una tarea no apenas hercúlea como imposible, por la simple razón que son justamente estas áreas estratégicas que mantienen al país rehén de la injusticia y de la desigualdad y cambiar estas áreas en beneficio de las mayorías excluidas significa al mismo tiempo quitarle buena parte de la hegemonía a las empresas y a los políticos que las representan, intento que en el pasado le costó al país una sangrienta guerra civil, donde los grupos de poder cerraron todos los medios posibles para negociar con los movimientos sociales, y no apenas eso, como también lanzaron mano de la represión para acabar con los “revoltosos”. A veces me da la impresión que ya se nos olvidó todo eso y ahora creemos que podremos, sin más ni menos, llegar a un bello acuerdo de nación.

Tres son los pilares que necesitan ser transformados estructuralmente en el país para poder avanzar: el fiscal, el político y el económico. Transformar estas tres áreas en beneficio de las mayorías, y no apenas a favor de los grupos económicos hegemónicos, es crucial para el país, y no creo que estas transformaciones, por las razones ya expuestas, puedan ser fruto de un acuerdo de país, de un consenso. Estos cambios sólo podrán ser alcanzados bajo presión de las mayorías, de los movimientos sociales pero difícilmente como resultado de un acuerdo de nación, conforme Cañas y el arzobispo de San Salvador proponen y, lamentablemente, por un lado los movimientos sociales están adormecidos y, por el otro, el pueblo carece de representatividad en la política nacional.

Mientras el mundo se prepara para celebrar el fin de año y esperar 2013 con los mejores deseos, no me resta sino ir en contrasentido y decir que, a pesar de tener los mejores deseos para el país en 2013, no veo razones para poder decir que será así. De cualquier forma, no voy a perder la oportunidad para desearles a todos un feliz 2013 y que el “acuerdo de nación” se nos haga una realidad…

Edwin Lima
edwinlima.blogspot.com

Friday, 14 December 2012

CRISIS DEL TRANSPORTE Y ENDEUDAMIENTO

El día de ayer 64 rutas del transporte colectivo participaron de un paro de labores como manera de protestar contra la negativa del gobierno de pagarles el subsidio al transporte público el cual los empresarios del sector reciben por los excelentes servicios brindados al pueblo salvadoreño, conforme nos informa el diario digital  Contrapunto:En respuesta a las acciones mencionadas, el viceministro García advirtió que iniciarán el proceso de cancelación de 64 rutas que pararon labores, las cuales serán remplazadas con traslado de rutas y nuevas licitaciones para empresarios”.

Así, los transportistas le doblan el brazo más una vez al gobierno que continua sin presentar alternativas para la problemática del transporte que estaba mal con ARENA y continua mal con el Frente, o sea, ¿dónde está el cambio? Y más aún, los transportistas acusan al gobierno de hacerse el desentendido con el problema porque el FMLN quiere que ALBA Petróleos (¿ALBA Transportes?) entre en el segmento, cosa que obviamente los transportistas temen; y efectivamente, José Luis Merino, ya informó que el sector transporte es el próximo objetivo empresarial de ALBA Petróleos, a pesar de que, en su comunicado, se habla de entrar en el segmento para cubrir líneas internacionales.

Pero independiente de ALBA Petróleos, el problema continua, y la inercia del gobierno para resolverlo sólo es comparable con la indiferencia que ARENA siempre tuvo para con ello cuando estuvo en el poder.

Pero hagamos un paréntesis. Me llama la atención que un par semanas atrás el gobierno emitió eurobonos en el mercado financiero para levantar 800 millones de dólares los cuáles serían utilizados para pagar una deuda por el mismo valor (heredada del gobierno Flores de ARENA) la cual no estaba siendo cobrada por los acreedores, pero mismo así, el gobierno insistió en que era necesario aprobar el préstamo para no correr el riesgo de no tener como pagarlo caso los acreedores resolvieran de última hora recibir su dinero. Ahora bien, es curioso que ARENA le dio los votos a un préstamo tan grande, mientras se resiste a darle los votos al préstamo para agricultura que no llega a diez por cierto de los 800 millones aprobados un par de semanas atrás por unanimidad en la Asamblea Legislativa. También me parece curioso que si ese dinero no va a ser utilizado porque los acreedores no lo están demandando, y si el gobierno alegó que utilizarían 400 millones para pagar deuda cara y que el restante lo guardarían en una cuenta especial, en otras palabras, sería dinero que sobraría, ¿por qué entonces insisten en pedir más dinero prestado si ya tienen 400 millones de dólares en caja sin destino específico?

Lo más curioso es que delante de tal situación tanto ARENA, Funes y el FMLN silencian, nada dicen del destino de esos 400 millones, ni mucho menos, hasta donde me consta, los acreedores cobraron la deuda, cuyo plazo para informar si irían rescatar la deuda expiró el 24 de diciembre de 2012.

 
Cierro paréntesis. A esta altura el lector debe estar preguntándose que es lo que el préstamo de 800 millones tiene que ver con el transporte público, pues se lo digo, es muy simple, ese dinero podría ser utilizado para renovar la flota del transporte colectivo, ya sea através de la concesión de crédito para los empresarios del sector, o através de la creación de una empresa estatal de transporte colectivo. Imaginemos los siguientes escenarios: adquisición de unidades de transporte de segunda mano con un máximo de dos años de uso: tales unidades se adquieren en Brasil a un valor medio de 75 mil dólares, lo que quiere decir que se podrían adquirir 10 mil unidades de transporte con los 800 millones recién levantados através de la emisión de eurobonos. Imaginemos otro escenario: unidades nuevas por el valor de 125-150 mil dólares, lo que implicaría que se podrían comprar un poco más de 5000 unidades nuevas.  Los precios aquí citados han sido publicados por las reventas de autobuses, y a esos precios aún se les podría deducir todos los impuestos regionales, dado que las unidades serían exportadas, lo que reduciría la factura en varios millares de dólares. De igual forma, tales precios no llevan en consideración los respectivos descuentos concedidos por los fabricantes al hacer compras al mayoreo.

Considerando que los eurobonos fueron emitidos a una tasa de interés de 5.85%, a un plazo de 10 años, quiere decir que esa tasa de intereses y ese mismo plazo podrían ser aplicados a los empresarios (caso fueran concedidos los créditos en lugar de instituir una empresa estatal) como condiciones de pago de un eventual concesión de crédito.

Y más, según el propio gobierno informó, emitieron 800 millones en eurobonos pero había demanda en el mercado para 5 mil millones, o sea, mismo que ese dinero no pudiera ser utilizado existe en este momento interés en el mercado financiero de prestarle dinero al país, y nada sería más loable que endeudarse por algo que realmente podría contribuir para el desarrollo de la nación y para la seguridad y conforto de los usuarios del sistema de transporte público.

El gobierno y el congreso (TODOS LOS PARTIDOS POLÍTICOS), le deben una explicación al país sobre el destino de esos 800 millones de dólares de deuda adquirida en 2012, así como también el gobierno tiene que resolver de una vez por todas el problema del transporte público.

Edwin Lima
edwinlima.blogspot.com

Friday, 7 December 2012

ARENA: SURGIMIENTO, ASCENCIÓN Y DECADENCIA.


Fue en la década de los sesenta cuando se incubaron la mayoría de los movimientos y partidos políticos que irían hacer historia en el país durante los próximos 30 años. El PDC por ejemplo, surge en 1960 como opositor al régimen militar. Así también nace en 1962 el PCN que pasaría a ser conocido posteriormente como el partido de los militares.  De igual forma es en los sesentas que comienzan a incubarse los movimientos revolucionarios que darían a luz a las agrupaciones de izquierda que conformarían la guerrilla salvadoreña.

Con el golpe militar del 15 de octubre de 1979 comienza el ocaso del PCN, ocaso que daría lugar al surgimiento de ARENA, partido fundado por el mayor Roberto D’abuisson Arrieta que pasaría a representar a la oligarquía salvadoreña en la palestra política. Y si ARENA surge en aquel entonces, el PDC por su parte alcanza su ápice al conseguir en 1984 llevar a la presidencia al ingeniero José Napoleón Duarte que en 1972 había sido enviado al exilio a Venezuela por los militares.

Sin embargo, en 1989, con la derrota que sufre el PDC con su candidato Fidel Chávez Mena contra Alfredo Cristiani del partido ARENA, si por un lado se inicia la hegemonía del partido ARENA, por el otro comienza la decadencia del PDC, que una década más tarde, junto con el PCN, verían su registro electoral amenazado por el TSE al  no lograr el tres por ciento de votos que exigía como mínimo la ley electoral vigente.

Así entramos a los años noventa con dos partidos hegemónicos: el recién salido de la clandestinidad FMLN y el gran vencedor de las intrigas políticas de los años ochentas, ARENA, que gobernaría el país durante 20 años.

Si observamos detenidamente, los principales partidos políticos salvadoreños desde la década de los 60 pasan por un ciclo de vida político natural a saber: surgimiento, ascensión y decadencia, alcanzando un pico en el cuál permanecen durante algunos años hasta que, ya sea por intrigas internas, o por cuestiones coyunturales, entran en decadencia que finalmente los llevará prácticamente al ostracismo político conforme ha sucedido con el PCN y el PDC (PES y CN actualmente). Y delante de la crisis que sufre el partido ARENA desde la derrota en el pleito electoral en  2009, ¿podríamos decir que ha dado inicio su ocaso político? Veamos  las evidencias.

En las últimas semanas, a raíz de las intrigas políticas en las filas tricolor, hemos vuelto a ver movimientos telúricos que amenazan la estabilidad política de ARENA, quitándole el sueño a sus patriarcas con la salida de más cuatro diputados, herida que esta semana ha vuelto a sangrar con la renuncia de la diputada suplente Elsa Dávila de Morales, que según informa el Diario Digital La Página, habría de unirse a los cuatro disidentes entre los cuales figura el coronel retirado Sigifredo Ochoa Pérez.

De igual forma pudimos ver este año en las elecciones de marzo recién pasado el fortalecimiento del partido GANA que no sólo afianzó los diputados disidentes con quienes se formó como agremiación política en 2009 como también ganó nuevas sillas en el Congreso Nacional.

Mientras GANA se fortalece, ARENA pierde espacio dando a cada día señales claros de desgaste político, como ya lo vimos con el PCN y el PDC en el pasado, que dan patadas de ahogado para poder continuar mamando de las tetas del Estado, y quien diría, ahora bajo la sombra del FMLN.

Por su parte, el FMLN, más parecido a la Democracia Cristiana de los años 80, reina hegemónica a la izquierda del espectro político salvadoreño, más reformista que nunca, cambiando el discurso conforme las conveniencias de la coyuntura, lanzando mano de los viejos y sucios trucos de la derecha, viola la Constitución, hace escarnio de la Sala de lo Constitucional, se burla de la ONU y se va a la cama con la derecha emergente representada por GANA,  empujando así al partido tricolor contra las cuerdas bajo el estigma “el enemigo es ARENA”.

Para completar la crisis arenera, algunos medios de comunicación tradicionalmente de derecha han comenzado a darle la espalda, publicando encuestas claramente contrarias al presidenciable Norman Quijano, personaje que más divide que unifica recrudeciendo así las luchas intestinas que comienzan a revivir la guerra de secesión que el partido sufrió en 2009 con la derrota electoral que quebró el ciclo de 20 años de gobierno de ultra derecha.

¿Conseguirá ARENA levantarse de más un golpe, o está su decadencia decretada?

Edwin Lima
edwinlima.blogspot.com

Tuesday, 4 December 2012

FUEGO AMIGO


La reciente encuesta publicada por La Prensa Gráfica (LPG) cuyo propietario es el señor Dutriz, que está lejos de poder ser llamado un empresario de izquierda, muestra como las preferencias partidarias de los electores en lo tocante a los dos partidos hegemónicos ARENA y FMLN se encuentran en este momento en un empate técnico.

A raíz de esa encuesta el FMLN saltó de júbilo y los areneros, evidentemente, mostraron un claro descontento. Sin embargo, al parecer la gente apenas ve aquello que le conviene, porque la encuesta no apenas muestra el empate técnico entre ARENA y el FMLN; la encuesta también muestra que el candidato presidencial de ultra-derecha continúa con una ventaja de 17 puntos sobre Salvador Sánchez Cerén. La gente no quiere entender que existe una diferencia entre preferencias partidarias y preferencias en relación al candidato presidencial y la encuesta de la LPG lo pone en evidencia.

Pero la encuesta no apenas muestra esos dos hechos, creo que es pertinente preguntarse por qué LPG tendría interés de bajarle la moral a la derecha, ¿qué intereses habrían por detrás de la publicación de una encuesta que es a todas luces contra la propia derecha? ¿Fuego amigo?

Pienso que sí, pienso que se trata claramente de fuego amigo, de una herida profunda en las filas areneras y de un descontento muy grande con el rumbo que el COENA le está dando al partido tricolor. Al parecer, el señor Dutriz le está mandando un recado muy claro a Cristiani y a Quijano, o ellos sueltan esa candidatura o los medios harán todo lo que esté a su alcance para que la misma fracase, lo que resultaría, en mi opinión, en más una división del partido tricolor, como la que dio origen el fracaso de la candidatura de Rodrigo Ávila en 2009.

Conclusión.

Los dos partidos hegemónicos han escogido las cartas equivocadas para la contienda electoral de 2014, y si por un lado tanto las preferencias electorales por ARENA como por Quijano estén cayendo, el candidato Sánchez Cerén no consigue seducir al electorado, a pesar de Oscar Ortiz como compañero de fórmula y a pesar de la mejoría de la imagen del partido rojo delante del electorado de izquierda.

P.D. De sobra está decir que personalmente no nutro simpatía por ninguno de los presidenciables, no veo ni en sus partidos ni en sus personas el proyecto que el país necesita para que podamos avanzar.

Edwin Lima
edwinlima.blogspot.com