El 4 de
diciembre de 2012, después de recibir presión de la Embajada de los Unidos, la
Asamblea Legislativa llegó a un acuerdo para elegir al fiscal general después de tres meses de acefalía
en la FGR.
Habían tres
finalistas para el cargo, Astor Escalante, Luis Martínez y Romeo Barahona, pero de
manera inexplicable y oscura los partidos eligen por unanimidad al abogado
Martínez. Así describía el Diario El Mundo le elección de Martínez: “la elección del abogado Luis Martínez para
tan importante y decisivo cargo en el Estado salvadoreño y su futura actuación
al frente de la Fiscalía será irrelevante incluso si llegara a ser positiva,
ante el hecho de haber nacido de un parto de un niño sin vida”. (Diario El
Mundo http://goo.gl/FE76Le )
A todas luces la
elección de Martínez para el cargo de Fiscal General de la República indicaba
negociaciones oscuras inconfesables entre los tres partidos mayoritarios (ARENA,
GANA y FMLN), cosas que el vox populi no puede saber, secretos guardados a
cuatro llaves por los caciques de las cúpulas partidarias.
¿Pero quién es
Luis Martínez? En artículo publicado por el faro con fecha 4 de diciembre cuyo
título decía “El nuevo
fiscal trabajó con todos los gobiernos de Arena”, constatábamos que Martínez “tuvo
cargos en el Ejecutivo durante los cuatro gobiernos del partido Arena”. Veamos:
“Martínez trabajó con todos los gobiernos del
partido de derechas Arena. Con Alfredo Cristiani (1989-1994) fue asesor legal
del Fondo de Saneamiento y Fortalecimiento del Sistema Financiero (Fosafi), el
organismo que se encargó de la reprivatización de la banca. Con Armando
Calderón Sol (1994-1999) fue asesor legal del Ministerio del Interior y
directivo en la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA)
entre 1994 y 1995. Entre 1995 y 1998 fue director propietario en el Instituto
Nacional de Pensiones de los Empleados Públicos INPEP en representación del
Ministerio del Interior. En el gobierno de Francisco Flores (1999-2004) fue
hasta 2000 asesor legal de Interior. En la administración de Antonio Saca
(2004-2009) ostentó tres cargos al mismo tiempo: fue miembro de la comisión
especial para el desarrollo del Golfo de Fonseca y asesor legal ad-honorem del
Ministerio de Agricultura. El tercer cargo que desempeñó fue el de directivo de
la junta directiva del Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria (ISTA),
cuando fue presidente de la institución Miguel Tomás López (1999-2007).” (El
Faro, http://goo.gl/t5RzQ1). Pero no sólo
eso, fue Martínez quien le preparó la declaración de bienes a Francisco Flores
para que la CCR le concediera su finiquito al final de su mandato presidencial.
Algunos
meses más tarde el presidente Funes avisa que había una investigación en curso en
los Estados Unidos sobre un expresidente salvadoreño a quien se le acusaba de
haber efectuado transacciones financieras sospechosas. El fiscal Martínez
reaccionó diciendo que nada sabía sobre el caso aunque después tuviera que admitir
que de hecho la información vertida por Funes procedía. Más adelante el país fue
informado que dicho expresidente no era nada más ni nada menos que Francisco
Flores, acusado de desviar dinero que había sido donado por Taiwan para las
víctimas del terremoto de 2001.
Ante tantas
coincidencias, ante tanta falta de transparencia por parte de los partidos
políticos salvadoreños, creo que cabe preguntarse qué tipo de acuerdo fue
tejido en la Asamblea entre los partidos mayoritarios, en particular ARENA y
FMLN, para elegir a un ciudadano que indudablemente tendría que defender los
intereses de su patrón ARENA. ¿Qué excusas podría dar el FMLN en este momento
para explicar la elección de ese Fiscal? En 2009 el mismo FMLN se opuso a la
elección de Astor Escalante para el cargo de Fiscal General Adjunto. En las
palabras de Humberto Centeno, parlamentar rojo, el FMLN no podría darle los
votos a Escalante porque “es una persona de ultraderecha que se ha
caracterizado por servir a un partido” (La Prensa Gráfica http://goo.gl/O8KpKN).
Pero contradictoriamente en 2012 no era sino el propio Escalante, el hombre de ultraderecha,
a quien el FMLN le estaría dando sus votos para el cargo de fiscal general; ¿quién
cambió, el FMLN o Escalante?
Ahora los
militantes del frente se rasgan las vestiduras porque el fiscal Martínez no
judicializa el caso de Franciso Flores faltando pocos días para que el mismo
expire, dejando así más un caso de corrupción en la impunidad. No deja de
llamar la atención como después que Flores prácticamente confesó haber desviado
ese dinero, que la Asamblea no haya hecho absolutamente nada para evitar que
Flores se fugara, muy por el contrario, lo dejaron libre para que hiciera lo
que bien le pareciera, incluso fugarse.
Indudablemente
la libertad de Flores fue negociada entre el FMLN y ARENA incluso por qué si
Flores llegara a caer no creo que se iría solo, arrastraría a los tribunales mucha
gente poderosa de ARENA, en particular a todos los expresidentes areneros, y
eso sí sería el fin del partido tricolor, lo que para ser sinceros el país
agradecería.
Responsabilizo
sí al fiscal Martínez por la fuga de Flores pero responsabilizo ante todo y en
primer lugar al FMLN porque ellos sabían a quien estaban eligiendo pero mismo
así le dieron sus votos para que encubriera todos los casos de corrupción de
las administraciones areneras. Pero, ¿a cambio de qué le dieron sus votos?
Así como
los otros partidos políticos, el FMLN también es un enemigo del pueblo. Encubre
corruptos, da sus votos para encubridores de corruptos, hace alianza con los
corruptos de GANA, ya convocó al corrupto de Elías Antonio Saca para asesorar a
Salvador y a Oscar en la presidencia. Igualmente ha tolerado los claros
indicios de corrupción del presidente Funes, no ha cuestionado la
incompatibilidad del estilo de vida del presidente en relación a sus ingresos;
ha silenciado ante los contratos oscuros entre Funes y sus amigos, como por
ejemplo Mecafé y Salume, el padrino de Funes quien le dió tres millones como
adelanto por sus futuros servicios, y a cambio Funes lo nombró como primer
substituto de la presidencia así como le dio el jugoso contrato de la presa del
Chaparral. Y así como ARENA y GANA & Cia, el FMLN también se beneficia de
la impunidad imperante en el país.
El caso
Flores es indudablemente una crónica de una fuga anunciada.
Edwin Lima