El día 16 de noviembre se recuerda el cobarde asesinato de los jesuitas y sus colaboradoras (madre e hija) que tuvo lugar durante la ofensiva guerrillera que inició el día 11 de noviembre de 1989. 23 años se pasaron y la sangre de los jesuitas continua clamando por justicia sin que los autores intelectuales hayan sido juzgados a pesar de haber sido enviado por la corte española un pedido de extradición para que EL Salvador entregara a los militares implicados en el caso.
A esta altura no sorprende más que la derecha tanto político-partidaria como el ciudadano común de derecha insistan en la tesis del olvido y de la impunidad para curar las heridas. Sin embargo, lo que realmente sorprende, o talvez hasta hace poco tiempo sorprendería, es la manera cínica como el partido FMLN, que en otros tiempos insistía en la tesis del juicio contra los militares asesinos, ahora no sólo silencia delante del crimen, como es aliado de personas que tuvieron una participación crucial en el encubrimiento del asesinato de los jesuitas. Hablo más específicamente del señor Rodolfo Parker que fungía en aquel entonces como abogado de la Fuerza Armada y fue uno de los responsables de ocultar información crucial vertida durante los interrogatorios, y de destrucción de pruebas fundamentales para el juicio contra los militares.
A mediados de este año presenciamos escandalizados a representantes del FMLN abrazados con Parker y Merino. La amnesia histórica y la incoherencia con su pasado hacen del FMLN de hoy en día un partido que cambia su discurso conforme las conveniencias lo ameritan, que nada entiende de ética y de manera maquiavélica hace de la política apenas un trampolín para permanecer o llegar al poder.
Así, si el discurso lo amerita, escuchamos inflamadas denuncias del partido de la estrella contra el horrendo crimen del 16 de noviembre, sin que se haga mención a los aliados actuales que en otros tiempos eran enemigos y personas nongratas. En reciente debate con un personero del FMLN lo cuestionaba acerca de la postura del partido en condenar el crimen de los jesuitas mientras comen y beben en la misma mesa con gente como Parker; su elocuente respuesta no se hizo esperar:
“pues no solo destruyó evidencia, del caso Jesuitas, Parker, además de otras masacres como las de San Vicente, y otras como apoderado, del FAES, además de ser apoderado de la familia Poma, esbirro de la oligarquía…además de ello, podríamos hablar más cosas, pero, "aliado", coyunturalmente vota, (un solo voto) la mojarra deshuesada de pdc, no significa, que el partido borre de la memoria, lo que es, pero, de igual forma, eso nos debe de asustar? no, poco a poco, la correlación de fuerzas permitirá PASARLE LA FACTURA A TODOS.”
Y como si eso fuera poco, más un correligionario del Frente se unió en su defensa adicionando que “Los aliados, son momentáneos no para toda la vida, y objetivamente en la Asamblea a veces hay que llegar hasta ello porque solos no lo logramos y por aritmética legislativa debemos sacrificar algunas cosas con el objetivo de lograr lo que beneficiara a las mayorías de este país.”
Yo me pregunto, como se puede pretender hacer justicia social mientras se hace alianza con un ciudadano directamente responsable por el encubrimiento de un crimen hediondo. La ética del FMLN actual en nada difiere de la ética de ARENA que hoy se rasga las vestiduras demandando salud, educación y seguridad para el pueblo mientras durante 20 años se la negaron y saquearon el país como verdaderos gánsters.
Fundamentalmente no existe en los días de hoy diferencia entre la ética derechista y la ética del FMLN, el cinismo y el pragmatismo tomaron el lugar de la ética y de los principios revolucionarios básicos. Y no se trata aquí de purismo ideológico inconsecuente, alianzas son comunes en cualquier país pero no se puede perder de vista que toda alianza tiene un precio y si el precio que se paga es el de tener que silenciar delante de la impunidad, delante de la injustica, se hace necesario sentarse un poco para pensar y preguntarse hasta que punto se está trillando un camino correcto rumbo a la así llamada justicia social.
La corte española archivó el pedido de extradición de los militares y el FMLN por su parte también archivó los ideales que un día defendió con las armas hasta la muerte, ideales por los cuales mucha sangre fue derramada.
Mientras en otros países, como por ejemplo la vecina Guatemala para no ir muy lejos, juzgan a los militares que participaron de crímenes de lesa humanidad, el FMLN no sólo silencia al respecto como se abraza con ellos y hace alianzas a cambio de prebendas y acuerdos inconfesables, acuerdos acerca de los cuales el ciudadano común tal vez nunca llegue a tener conocimiento.
El PT (Partido de los Trabajadores) brasileño optó por el mismo camino, el de las alianzas a cualquier precio para llegar y permanecer en el poder, alegando lo mismo que el FMLN alega hoy en día, los fines justifican los medios, pero ahora la historia les está pasando la factura, muchos de los otrora hombres fuertes del PT como José Dirceu y José Genoíno han sido juzgados y encontrados culpados por su participación en pagos ilegales a aliados políticos para conseguir la aprobación de leyes en el congreso nacional. El comienzo del fin ha llegado para el PT, y aunque probablemente el partido tenga garantizados muchos años debajo del sol en la política brasileña, el daño ha sido hecho, la credibilidad que otrora el partido gozaba ha sido maculada y la historia les ha pasado la factura.
Mientras ARENA y toda la derecha defienden la impunidad abiertamente, el FMLN con su silencio y alianzas a cualquier precio con los implicados en el crimen de los jesuitas se torna igualmente cómplice del asesinato que en el 16 de noviembre estremeció al mundo.
Edwin Lima
edwinlima.blogspot.com
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