Wednesday 7 February 2024

Desmantelando la democracia

 


Sunday 4 February 2024

CRÓNICA DE UN FRAUDE ANUNCIADO


El uno de mayo de 2021, tras la toma de pose de la nueva Asamblea Legislativa con mayoría oficialista, se prenuncia sin ambages lo que se le venía encima a El Salvador. En su primer acto la Asamblea destituye al fiscal general que estaba investigando miembros del gabinete del gobierno Bukele por indicios de corrupcón. Igualmente destituyen a los magistrados de la Sala de lo Constitución, los que le habían estado corrigiendo la plana a Bukele para frenar los abusos que ese señor había estado cometiendo durante la pandemia. 

Acto seguido, Bukele rompe con la CICIES, una de sus promesas de campaña, la cual había dado aviso a la fiscalía de por lo menos 12 indicios de corrupción en el gobierno de Nayib.

Al destituir a los magistrados muchas voces alertaron sobre el peligro inminente de una reforma constitucional la cual podría abrir las puertas para una reelección inconstitucional. Los voceros del gobierno, a comenzar por Félix Ulloa, quien en otras vidas había sido un respetado constitucionalista, negaron rotúndamente que eso hiciera parte de las intenciones del oficialismo. Ulloa no titubeó en decir que si esa posibilidad se barajara en las filas cian él sería el primero en oponerse a ello, lo que obviamente, a la hora de las horas, no fue así y Ulloa no sólo manchó para siempre su carrera de constitucionalista como se inventó los argumentos más inverosímiles posibles como por ejemplo, la existencia de un artículo escondido que nadie nunca antes había atentado para su existencia. Tanya Pastor, otra de las voceras del oficialismo, dijo en reiteradas ocasiones que tal posibilidad no pasaba de una mentira de la oposición. 

Para darle continuidad al proceso de ilegalidades, en septiembre de 2021 la sala impuesta por Bukele dió una resolución no solicitada declarando que la reelección sí era permitida en El Salvador, contrariando así por lo menos seis artículos de la Constitución que lo prohiben. Delante de ello Bukele silenció durante más de un año al respecto hasta que, el 15 de septiembre de 2022, anuncia que sería candidato a la reelección contrariando lo que él mismo había afirmado en reiteradas ocasiones, que la reelección no estaba permitida en El Salvador.

Para consolidar las ilegalidades, anunciaron igualmente, y fuera de plazo, que modificarían la forma como los escaños eran asignados en la Asamblea dejando de usar el método Hare para darle paso al método D'Hond que en esencia era una reforma que buscaba beneficiar al partido oficial garantizándole obtener una mayor cuota de poder ante alguna eventual disminución que pudiera tener en la votación en 2024. Ese mismo día también anunciaron la reducción del numero de diputados de 84 a 60 y del número de municipios de 262 a 44, medida cuyo único objetivo era garantizar al partido oficialista una mayor concentración de poder.

Les pareció poco y anunciaron la introducción del voto electrónico en el exterior através del uso de una aplicación para teléfono celular através de la cual la diáspora podría votar desde el confort de su casa sin necesitar dislocarse hacia la sede consular más próxima a su vivienda. Sin ninguna auditoría y sin probarle a la población que la aplicación garantizaría la legitimidad del voto, su secretismo y la imposibilidad de fraude, através de un oscuro proceso de licitación contrataron a la empresa española indra para desarrollar la aplicación.

Pero hablemos de la deuda política, la cual según la ley todos los partidos políticos tienen derecho en función de la cantidad de votos obtenidos en la elección anterior. Pues bien, el oficialismo se negó a pagarles a los partidos la susodicha deuda poniéndolos así en aprietos para poder financiar su campaña.

Para cerrar con broche de oro la serie de ilegalidades, se inventaron un plazo de renuncia de seis meses de antecendicia al pleito electoral que el  presidente tendría que respetar antes del comienzo del próximo mandato para poder así acceder al poder caso llegara a ganar las elecciones. Y así, el señor Bukele nombró como substituta a la presidencia a su (ex) secretaria privada y, sin mayores protocolos y sin haber hecho la juramentación debida ni el mucho menos haberlo anunciado en el diario oficial, su secretaria asumió la presidencia, y desde ese día nadie ha sabido más nada sobre ella.

Fallaría en mi narrativa si dejara de mencionar que se inventaron una regla através de la cual todos los votos emitidos en el exterior para las diputaciones serían asignados al departamente de San Salvador.

Delante de todos estos absurdos e ilegalidades, alguien en su sano juicio aún cree en la legitimidad de esas elecciones? Siempre dije que participar de un proceso electoral viciado como ese sería homologar el fraude, y lo sostengo, a los hechos me remito y me temo que la historia me dará la razón.

Saludos.

Sunday 31 December 2023

2024: SE CONSOLIDA EL BUKELISMO




2023 acaba como el año en el que el golpe a la Constitución por parte de Nayib Bukele y su ejército de aduladores se consolidó. Por su parte, Félix Ulloa acaba el año con una mancha indeleble en su hoja de vida al defender la reelección inconstitucional de Nayib Bukele, cosa que ambos, en el pasado, habían condenado.

El pueblo salvadoreño, hoy por hoy, y hasta que alguien pruebe lo contrario, estará confirmando su apoyo a uno de los presidentes que de lejos ha cometido el mayor número de ilegalidades imaginables con descaro y sin necesidad de esconderse, y cuando ha considerado que la opinión pública no podría con tanto, ha declarado reservada la información, contrario al espíritu de la Ley de Acceso a la Información. No hay en este momento indicios de que cualquier candidato de la oposición sea capaz de derrotar en las urnas al candidato a la reelección inconstitucional.

Creo que en este momento cabe preguntarse, ¿está el pueblo votando por Nayib Bukele o contra los partidos que en el pasado tanto daño le causaron al país, ya sea por el despilfarro, el robo o su incapacidad de transformar el país en un país para todos y no apenas para los que siempre han tenido acceso a todo y a todos los privilegios en detrimento de las mayorías? ¿Está el pueblo dándole un voto de confianza a Nayib Bukele o a los resultados obtenidos por el régimen de excepción que ha tenido como consecuencia la reducción de la tasa de homicidios y el fin casi completo de las extorsiones?

¿Son los resultados del régimen de excepción sostenibles? Creemos que no, pero la gente parece estar más preocupada con los resultados a corto plazo, aunque eso implique graves violaciones a los derechos humanos de una minoría de la población, en general habitantes de las áreas donde las pandillas mantenían el control.

¿Han sido los partidos políticos de oposición incapaces de ofrecerle al país una alternativa al proyecto político de Nayib Bukele  o lo que estamos presenciando es el resultado avasallador de una máquina de propaganda (con dinero público) infalible que ha tenido como consecuencia un culto a la personalidad del candidato-presidente a la reelección?

¿Qué pasará al final del segundo mandato? ¿Se candidatará Bukele a reelecciones indefinidas usando todo tipo de artificios inconstitucionales para hacerlo posible como lo estamos presenciando en la vecina Nicaragua? ¿Se agotará el modelo Bukele?

Personalmente considero que sí, el modelo se agotará en la medida en que la “magia” se acabe. Bukele sabe que necesita urgentemente de fuentes de financiamiento que le permitan continuar moviendo la varita mágica de las luces led, del régimen de excepción, del financiamiento de los presupuestos desfinanciados, de los contratos amañados con reserva de información.

Con el control absoluto de los tres poderes por parte de Bukele y la ausencia de pesos y contra pesos, en El Salvador los límites que la Constitución a través de las cláusulas pétreas le imponía a aquellos que ostentasen la reelección han fallado, o mejor dicho, estos límites han sido pisoteados por la ambición de poder del clan Bukele y sus secuaces.

Creemos que la historia tarda pero no olvida y que en su momento, como sucedió con el dictador Martínez, el mismo pueblo que ha entronizado a Bukele y que está dispuesto a darle un segundo mandato ilegal, también lo sacará de la silla, no sino después que el estrago de la corrupción, el despilfarro, el irrespeto al texto constitucional y al estado de derecho hayan avanzado en el país como un cáncer, cáncer del cual el país conseguirá recuperarse con mucho sacrificio.

 

LA REDUCCIÓN DE LOS MUNICIPIOS

2024 será un año duro para mucha gente, en particular para los funcionarios de las alcaldías que verán esfumarse, de la noche a la mañana, millares de empleos municipales y junto con ello se irá la fuente de ingresos de millares de familias. Igualmente, el país será palco y víctima de la inoperancia de los nuevos municipios que se verán reducidos en un 84%. ¿Cómo reaccionará la gente delante de esa situación que alcanzará a millares de familias y comprometerá el funcionamiento, ya mediocre, de los municipios de Norte a Sur y de Este a Oeste del país? ¿Será esto suficiente para que la gente entienda que han sido engañados?

 

LAS PENSIONES

2023 fue el año en que Bukele, delante de la pasividad de los trabajadores, aceleró el desfalco de los fondos de pensión con una falsa reforma. Si antes los gobiernos de turno les sacaban a los fondos una media de 500 millones de dólares por año para pagar la deuda previsional, hasta noviembre de 2023 Bukele ya le sacó al fondo aproximadamente 1000 millones de dólares, pero ojo, eso sin pagar un solo centavo de la deuda previsional al haber recibido un período de gracia de cuatro años bajo la condición que aumentara la tasa de intereses que las AFP’s reciben anualmente por prestarle dinero al gobierno.

 

DEUDA Y FINANCIACIÓN DEL GASTO PÚBLICO

Y por hablar en fuentes de financiación, como de todos es sabido (o por lo menos debería serlo), las fuentes de financiación de la deuda pública se están agotando y en este momento Bukele está comenzando a dar manotadas de ahogado. Lanzó papeles de deuda a través de Fovial, una autónoma, los cuáles tuvo que retirar del mercado ya que las tasas que los acreedores estaban dispuestos a recibir eran superiores al 14% anual. De manera semejante, con la caída de Dante Mossi del BCIE, la mayor fuente de financiación de Bukele, las cosas se le ponen cuesta arriba al país y encontrar dinero barato junto a las multilaterales no será una tarea fácil en 2024 después de que la candidatura a la presidencia del BCIE del exministro de hacienda Alejandro Zelaya fracasara. Ahora Bukele ensaya dos movimientos bastante audaces cuya probabilidad de fracaso es alta, estamos hablando de la búsqueda de fondos a través de las visas libertad las cuáles serían concedidas a almas generosas que estén dispuestas a donarle al país por lo menos un millón de dólares. También, pocas semanas atrás, vimos resurgir de las cenizas los natimuertos fondos volcán, y ahora Bukele promete que estos serán lanzados en 2024, ¿crónica de un cuete soplado anunciada?

¿Qué opciones le quedan a Bukele? ¿El FMI, el Banco Andino, lanzar papeles de deuda (cara) en el mercado internacional de deuda? El primero no está dispuesto a financiar a Bukele sin imponerle duras condiciones; el segundo, no le prestará todo lo que necesita y el tercero le pedirá al país una prima de riesgo altísima. ¿Qué resta? Acelerar el saqueo de las pensiones de los trabajadores, pero de los 4000 millones o menos que aún quedan, al paso que va Bukele, no le durarán más de dos años y así, sin decir ni pío, los trabajadores verán sus pensiones irse al carajo sin esperanzas de volver a ver ese dinero.

En un malabarismo contable, Bukele separó la deuda pública del gobierno central de la deuda previsional, y por los datos que encontramos en el portal de transparencia, sumadas ambas cifras, 20852 millones de la deuda del gobierno central, más 9,406.55 millones de la deuda previsional, totalizando 30256 millones de dólares lo que equivale a 89.35 del PIB, o sea, nos estamos acercando aceleradamente al 100% en relación al PIB de la deuda pública, en otras palabras, todo lo que se produce en un año estaría comprometido en deuda pública. ¿Qué es lo que eso implica? Considerando que la deuda salvadoreña es deuda cara, el país está, desde ya, comprometiendo casi 2000 millones de dólares anuales sólo para pagar intereses, sin amortizar un tan solo centavo. En términos prácticos eso quiere decir que la cartera del estado donde más se gasta es el servicio de la deuda, más que en salud, educación o infra estructura.

 

EDUCACIÓN

En el tema educación el país no sólo continua en atraso como está viendo un retroceso acelerado en los indicadores de educación a nivel nacional e internacional. En infraestructura, léase escuelas, tenemos noticia que estas continúan cayéndose y el mayor logro del gobierno en el sector educativo ha sido una biblioteca donada por China que no tiene libros y que se ha convertido más en una atracción turística que en un acervo de conocimiento. ¿Y que fue de las prisiones que se convertirían en universidades? No lo sabemos, apenas tenemos noticia de la construcción de la mayor cárcel del mundo, el CICOT, que fue construida en tiempo record mientras que las 14 universidades nacionales que construiría en cada departamento continúan esperando el turno de los justos en la agenda del presidente milenial.

 

LA SALUD

En el sector de salud el país continua esperando el famoso hospital con heliporto que Bukele prometió cuando aún no había asumido la presidencia en 2019 después de pelear con los diputados porque querían dinero para un nuevo edificio. El nuevo hospital Rosales continua brillando por su ausencia y el hospital más grande del mundo, aquel que construyeron en las instalaciones de la feria internacional, ya nadie habla al respecto.

 

INFRAESTRUCTURA

En lo que dice respecto a infraestructura, se han visto algunos avances, como el periférico Claudia Lars y el paso a desnivel en el redondel integración. Mientras tanto, el tren del pacífico, el aeropuerto de la Unión, el monorriel, el metro de San Salvador, el viaducto de los chorros, entre otros proyectos insignia prometidos en el plan Cuscatlán, parece que habrá que esperarlos para el mandato 2024-2029. ¿Pero tendrá Bukele dinero suficiente para financiar esas mega obras?

 

EL BITCOIN

Acabamos 2023 con el bitcoin a 42 mil dólares (aprox.) por lo cuál Bukele acaba más un año sin acertarle a su previsión del bitcoin, primero en 2021 a 100 mil dólares y después su previsión para 2022 y 2023 a 200 mil dólares la unidad del cripto activo. Hechas las cuentas, el proyecto Bitcoin, a dos años de su lanzamiento no ha entregado lo que prometió, ni El Salvador se ha convertido en un hub financiero del porte de Singapur, Londres o New York, ni mucho menos los salvadoreños están usando la famosa chivo wallet que cayó en el ostracismo y el desinterés de la gente desde que el bitcoin comenzó a perder valor vertiginosamente en 2022.

 

LA ECONOMÍA

La inversión extranjera directa (IED), a pesar de haber presentado una sensible recuperación el tercer semestre, continua muy por debajo de los números presentados por los países vecinos, y si comparamos con Costa Rica, que ostenta una IED superior a los 2000 millones en 2023, habrá que preguntarse que es lo que El Salvador está haciendo mal para ser el último de fila en Centroamérica. Normalmente se alega que los inversionistas buscan seguridad jurídica, ¿pero cómo explicar que Nicaragua ostente números superiores a los mil millones en IED muy por encima de El Salvador? Tengo una sospecha, inversionistas desconocen ideología, sólo entienden de lucro y, en ese sentido, El Salvador con una economía dolarizada se ha convertido en un país con altos costos para la producción y con un salario mínimo superior a los vecinos próximos (Guatemala, Honduras y Nicaragua), mientras que Costa Rica, con una sociedad más educada y con mayor seguridad jurídica, es un destino natural en la región para atraer inversión de gigantes como Intel, Microsoft o IBM, entre otras grandes empresas con sede en Costa Rica.

Este último dato nos lleva al tema crecimiento económico, donde El Salvador, más una vez, ostenta la última posición en la región. ¿A qué se debe esto? En parte tiene que ver con la disminución en la demanda en el sector maquila, pero lo poco que se ha crecido es gracias al aumento sostenido de las remesas que ha garantizado el consumo, por un lado, y por el otro el sector de construcción civil, uno de los que más crece en el país, también movido a remesas. Igualmente, el sector turismo ha presentado fuertes mejoras superando este año los niveles anteriores a la pandemia, o sea, de 2019. ¿Podría el país crecer más? Considero que sí pero el crecimiento del país se ve limitado por el gobierno que compromete grande parte del crédito disponible en la banca nacional para el pago de deuda. Sólo en 2022 el gobierno le debía a los acreedores nacionales más de 2500 millones de dólares de los cuales 1500 millones, fueron renegociados y convertidos en deuda de medio plazo. Los restantes 1000 millones, el gobierno tuvo que pagar este año y para tal fin adquirió más deuda. En otras palabras, el gobierno está retirando de la economía dinero que podría ser usado para inversión en el sector privado y lo está usando para el servicio de la deuda. Si el gobierno usara ese dinero para inversión en infraestructura el país presentaría índices de crecimiento superiores a los actuales.  Al pagar intereses superiores a los 8% anuales en los LETES y CETES, el gobierno central acaba también encareciendo el crédito. ¿Qué sentido tendría para los bancos prestar dinero en el sector privado a un riesgo más alto y a tasas de intereses inferiores a las que el gobierno le ofrece? En resumen, el gran villano del bajo crecimiento económico en el país es hoy por hoy el gobierno.

 

EL PRESUPUESTO

Del proyecto del presupuesto para 2024, que asciende a 9000 millones, el país puede financiar con recursos propios aproximadamente 7000 millones lo que quiere decir que 2000 millones, que por cierto corresponden al pago del servicio de la deuda, el gobierno tiene que conseguirlos en el mercado de deuda local, ya sea en concepto de LETES y CETES, o junto a las multilaterales (crédito barato), o extraerle a los fondos de pensión o simplemente ir al mercado internacional de deuda donde tendría que pagar tasas de intereses prohibitivas para el país. Con la potencial caída de la tasa de intereses en la Reserva Federal en Estados Unidos buscar dinero en el mercado internacional de deuda podría convertirse nuevamente en una opción para el gobierno Bukele, la pregunta es si los mercados estarían dispuestos a financiar un gobierno botarata e irresponsable que tarde o temprano podría tener que decretar una moratoria delante de la incapacidad para honrar sus compromisos financieros.

Más un año bastará para la deuda pública alcance el 100% con relación al PIB y de esa forma Bukele vea truncada su megalomanía y la realización de obras de grande impacto mediático.

 

LOS DERECHOS HUMANOS

No podríamos finalizar este análisis sin mencionar la situación de los derechos humanos en El Salvador. Casi 80 mil personas han sido encarceladas desde el comienzo del régimen de excepción lo que ha convertido a El Salvador en el país con la mayor densidad de población carcelaria del mundo. Casi 2% de la población salvadoreña está presa y buena parte de esa población ha visto cerceado su derecho al debido proceso. Cabe también mencionar que desde que comenzó el régimen de excepción más de 200 personas han fallecido en los penales, de las cuáles, hasta donde sabemos, a ninguna de ellas se les consiguió imputar cualquier crimen. El gobierno Bukele es en este momento el mayor causante de desplazamientos forzados tomando así el lugar de las pandillas. Ese gobierno ha sido también uno de los causantes de desapariciones; los familiares de muchos de los detenidos desconocen su paradero, no pueden visitar a sus parientes en las prisiones y por la tanto tampoco pueden luchar junto a la justicia su liberación.

 

PERSECUCIÓN POLÍTICA Y REPRESIÓN

Con la orden de prisión girada a varios ciudadanos, entre otros a Rubén Zamora, el régimen extiende sus tentáculos hacia sus críticos y opositores avanzando así más un poco en la consolidación de un régimen autoritario y dictatorial. 2024, tras la consolidación (ilegal) en las urnas de las preferencias del electorado, y a la espera de tiempos mucho más duros para el país a raíz de toda una serie medidas que se esperan a partir del primero de mayo, en particular con lo referente a la reducción en el número de municipios, se espera también un recrudecimiento en el autoritarismo de un presidente que ilegalmente se reelegirá contrario a lo que reza el texto constitucional. Así, el segundo mandado de Bukele estará no sólo marcado por la ilegalidad como por un recrudecimiento de la persecución política. Esa situación se verá agravada por la dificultad del gobierno para conseguir financiación, pero también legitimidad. El resentimiento social tiende al crecimiento, y en la medida en que el descontento popular vaya en aumento así también lo hará la represión.

 

ELECCIONES 2024

Las elecciones 2024 se verán plagadas por una serie de anomalías, principalmente el voto en el exterior no presencial por la vía de una app, proceso que ha sido llevado a cabo con cero transparencia; y a dos días de comenzar el sufragio a distancia el país desconoce los detalles sobre como eso será realizado, los resultados de eventuales testes son desconocidos para la población y la garantía de unas votaciones dentro de los patrones de legalidad, transparencia y garantía de un sufragio sin fraude, están desde ya seriamente comprometidas. ¿Qué dirán los observadores y la comunidad internacional al respecto?

 

POLÍTICA EXTERIOR

En la esfera internacional el aislamiento político aumentará, resta preguntarse si la OEA activará la carta democrática delante de los graves atropellos al orden constitucional a raíz de la reelección; también cabe preguntarse si la actitud de complacencia por parte del gobierno de los Estados Unidos hacia el gobierno Bukele continuará o si el recrudecimiento de la persecución política hará recular a Washington.

 

CONCLUSIÓN

El mal está hecho, el pueblo o las mayorías, encaminan el país hacia una catástrofe anunciada. La corrupción, la matonería, la falta de transparencia, la violación a los derechos humanos, el quiebre del orden constitucional y del Estado de Derecho, han sido la marca del gobierno Bukele en los últimos cuatro años y medio. La única esperanza para el país en este momento es que en la medida en que la crisis vaya arreciando, el pueblo también vaya despertando de tal forma que la insurrección popular se tome las calles y Bukele se vea obligado a dejar el poder. Si eso no se configura dos escenarios se vislumbran para el país: la orteguización de la realidad nacional, o el surgimiento de grupos insurgentes que comiencen a buscar, por la vía armada, el fin del régimen. Pero nada de eso se verá ya en 2024.

El futuro para el país es bastante incierto.

 

Edwin Lima

 

 

 

Wednesday 26 January 2022

Del FMI para El Salvador: sobre la ley Bitcoin y la deuda pública




 He leído la conclusión de la consulta del artículo IV con El Salvador por parte del FMI con mucha calma y cuantas veces ha sido necesario. Veamos.

El reporte comienza elogiando a El Salvador por la recuperación económica después del auge de la pandemia en 2020, recuperación que atribuye a tres factores fundamentales: una vigorosa demanda externa, el aumento substancial de las remesas y la sólida gestión de la pandemia la cuál sólo fue posible "con la ayuda de un desembolso en el marco del Instrumento de Financiamiento Rápido" por parte del FMI. Este punto es muy importante y es necesario analizarlo al detalle. El FMI deja claro que la recuperación económica ha tenido como pivot las remesas y demanda externa, dos factores netamente externos, lo que quiere decir que no ha sido fruto de ninguna política económica que haya surgido de los cerebros que asesoran al presidente Bukele. Y, aunque el gobierno haya hecho una buena gestión de la pandemia, el FMI deja claro que eso sólo fue posible gracias al auxilio del FMI, dejando en entrelíneas que de aquí en adelante la sostenibilidad fiscal también sólo será posible si el FMI socorre al país. 

Sin embargo, aunque la economía se esté recuperando el reporte alerta para tres factores que están golpeando al país aumentando su vulnerabilidad fiscal: la creciente deuda pública la cual considera el Fondo se encamina rumbo a la insostenibilidad; el elevado déficit fiscal y la adopción del Bitcoin como moneda de curso legal.

Para palear el déficit fiscal y la elevada deuda pública el FMI aconseja tomar medidas urgentes, de no hacerlo se estaría comprometiendo el crecimiento económico a mediano plazo y comprometiendo la estabilidad fiscal. La receta: la implementación de reformas fiscales estructurales. Esas medidas incluyen una consolidación fiscal: léase, reducir el gasto, aumentar los ingresos por  la vía del aumento de impuestos, ahorrar para pagar deuda en lugar de pagarla con más préstamos; mejorar la calidad del gasto público con vías a encaminar la deuda pública hacia una curva descendiente.

Sobre la introducción de medios de pago digitales como la Chivo wallet, el FMI dejó claro que dichas medidas pueden jugar un rol en la inclusión financiera. Sin embargo, el Fondo considera que sin la regulación y supervisión debidas el uso del Bitcoin le podría traer graves riesgos a la estabilidad e integridad financieras, la protección al consumidor así como posibles consecuencias fiscales. La recomendación del FMI es limitar el alcance de la ley Bitcoin comenzando por eliminar el cripto activo de su calidad de moneda de curso legal. 

De igual forma, el FMI mostró preocupación por la eventual emisión de bonos respaldados en Bitcoin lo cual obviamente le generaría más contingencias fiscales, aumentaría el riesgo país y ejercería más presión en la deuda pública y el déficit fiscal. En otras palabras, adquirir más deuda no es el camino.

El reporte hace más un esfuerzo de diplomacia y elogia al gobierno Bukele por la publicación de los informes sobre el uso de los fondos públicos para el manejo de la pandemia, informes que, dicho sea de paso, el país desconoce porque han sido declarados reservados. Sorprendentemente, el FMI elogia la transparencia fiscal y la rendición de cuentas, cosa que los salvadoreños desconocemos totalmente por parte de ese gobierno. 

Finalmente, el Fondo le recuerda a Bukele que es necesario que se fortalezcan los marcos de combate a la corrupción, el lavado de dinero y al terrorismo. El reporte concluye sin ninguna mención implícita o explícita sobre el financiamiento de 1300 millones de dólares que el gobierno viene negociando con el Fondo desde hace más de un año.

Sunday 9 January 2022

EL BONO BITCOIN Y LA DEUDA PÚBLICA SALVADOREÑA



 En la última semana de noviembre de 2021 el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, anunció el lanzamiento de un bono al cuál denominó de “bono Bitcoin” que será emitido por el gobierno salvadoreño por el valor de 1000 millones de dólares el cual será utilizado en un 50% para la especulación en Bitcoin, y la otra mitad para la construcción de infraestructura para la mineración de Bitcoin y, presuntamente, para la construcción de Bitcoin City. En este artículo quiero concentrarme en el bono Bitcoin.

La deuda.

Para hablar del bono Bitcoin primero es necesario hablar del estado actual de las cuentas públicas salvadoreñas. Actualmente el país tiene una deuda pública de largo plazo total superior a los 24 mil millones de dólares. Igualmente, el país también tiene una deuda de corto plazo (pagable en 365 días) adquirida en 2021 por un valor entre 2300 y 2500 millones de dólares. El déficit del presupuesto de nación ronda los 7.2% (del PIB) lo que equivale a decir que el presupuesto de nación recién aprobado (7960 millones) tiene un déficit de aproximadamente 1900 millones de dólares. Si a eso le sumamos el servicio de la deuda (los intereses que el país paga por la deuda actual), estaríamos hablando de un adicional no inferior a los 1250 millones de dólares.

El presupuesto y el PIB.

Pero pongámosle la lupa al déficit del presupuesto. En el año 2021, después de una fuerte recuperación económica, consecuencia de un aumento substancial de las remesas y de las exportaciones, el país experimentó un crecimiento del producto interno bruto (PIB) de aproximadamente 10% en relación al año 2020, siendo que en ese año el PIB había decrecido más del nueve por ciento en relación al año 2019. Esto equivale a decir que en 2021 la economía volvió a los valores de 2019 y, aunque el crecimiento fue bastante alto, en esencia hay muy poco que celebrar, apenas volvimos a los niveles de 2019, el verdadero crecimiento aún tiene que comenzar.

Como consecuencia de ese crecimiento económico el estado obtuvo ingresos en 2021 de aproximadamente 6064 millones de dólares contra un presupuesto de nación por el valor aproximado de 7800 millones de dólares . ¿Pero de donde salió el faltante de la diferencia entre los ingresos y el presupuesto? Esa diferencia se compensó con una negociación que tuvo lugar en la Asamblea Legislativa donde se redireccionó parte de los préstamos obtenidos por el país en 2020 para palear los efectos de la pandemia, a lo cuál se le adicionaron más 450 millones (aprox.) de dólares en deuda de largo plazo.

Para 2022 el gobierno hace cuentas alegres de un crecimento del PIB que supuestamente podría financiar el presupuesto aprobado por la Asamblea por el valor 7960 millones de dólares. El ministro de hacienda afirma que apenas necesitará de 450 millones de dólares de deuda para completar el presupesto. Eso equivale a decir que para que el país pueda financiar ese presupuesto la tasa de crecimiento del PIB tendría que ser superior a los 8% en el año de 2022, cosa que a los economistas les parece una apuesta temeraria.

Mientras tanto, a sabiendas que esas estimativas son irrealistas, el gobierno aprobó un financiamiento de titularización de valores por el valor de 1600 millones através de dos autónomas, ANDA y FOVIAL, montante que según el gobierno será utilizado para proyectos de infraestructura. Pero la verdad es otra, el gobierno sabe que el país difícilmente alcanzará una tasa de crecimiento de 4%-5%; para que eso fuera posible la demanda por exportaciones de productos salvadoreños tendría que mantenerse en una curva ascedente, y de igual forma las remesas tendrían que mantener la misma tendencia de crecimiento de 2021 para poder apalancar una tasa de crecimiento del PIB superior a los 8%; pero según estudios realizados por FUSADES, la economía ya se encuentra en fase de desaceleración.

Aparte de ello, la reserva federal estadounidense anunció que la política de bajas tasas de interés y de imprimir dinero está llegando a su fin, lo que traducido al vernáculo quiere decir que el gobierno está comenzando la fase de retirar dinero de la economía para intentar combatir la inflación que ya pasa de los 6% anuales. Eso implica que la economia estadounidense comenzará a desacelerar el ritmo de crecimiento lo que por su vez disminuirá la demanda lo que tendrá impacto negativo en las exportaciones salvadoreñas y en las remesas.

¿Y el bono Bitcoin?

Según el ministro de hacienda, Alejandro Zelaya, los rendimientos generados por el bono Bitcoin se usarían para pagar deuda pública. O sea, si la deuda del país se congelara en este momento, necesitaríamos 24 mil millones de dólares de lucro para poder pagar la deuda pública, lo que equivale a decir que si el país invirtiera hoy 1000 millones de dólares en Bitcoin, ese valor tendría que aumentar 25 veces en los próximos 10 años para que el país pudiera pagar los 1000 millones que le prestarán con el bitcoin más los 24 mil millones de deuda actuales.

¿Es esa apuesta realista? ¿Qué garantías el país tiene que en los próximos 10 años el Bitcoin va a valorizarse 25 veces de tal forma que El Salvador pueda amortizar toda su deuda pública (esto según las palabras del mismo Bukele)? Pero ojo, no debemos olvidar que el presupuesto de nación, hoy por hoy, tiene un déficit de más del 7% en relación al PIB, pero igualmente el país tiene que amortizar anualmente más de 1000 millones de dólares en servicio de la deuda. En otras palabras, aunque el país no adquiriera ni un centavo más de deuda en los próximo 10 años, aún así tendría que pagar intereses y amortizaciones durante ese período, pero si el dinero de los bonos Bitcoin estuviera invertido en Bitcoin, ¿de donde saldría los fondos para amortizar la deuda y complementar el déficit presupuestario?

En otras palabras, las cuentas alegres del presidente Bukele carecen de fundamento ya que no es posible emitir bonos para especular con Bitcoin y pagar deuda al mismo tiempo con el dinero adquirido con la emisión de bonos. ¿Como haría el presidente Bukele para invertir en Bitcoin los bonos Bitcoin y pagar deuda al mismo tiempo? ¿Adquiriendo más deuda?

El presidente Bukele asume que, si el Bitcoin ha aumentado en los últimos 13 años millares de veces desde que fue lanzado, la tendencia a la alta en el futuro está garantizada. Si aumentó millares de veces en 13 años, ¿qué impide que aumente más de 25 veces en los próximos diez años?

Para concluir, no podemos olvidar lo más importante, hasta aquí hemos asumido que el presidente Bukele conseguirá vender los 1000 millones de dólares en bonos Bitcoin, eso a pesar de qué los bonos de la deuda soberana salvadoreña están clasificados en este momento a nivel de bonos basura, y el índice de riesgo EMBI (emergent bonds index) de El Salvador alcanzó esta semana el nivel de 15.08%.

Monday 3 January 2022

¿Quién es tu amigo?



En un tweet enviado la semana pasada el presidente Bukele cuestiona quien es verdaderamente "tu amigo", y nos dice, "¿el que te da un estadio, una biblioteca, un centro de convenciones, un muelle y una plata potabilizadora de agua? ¿O el que te sanciona y financia a tus opositores?". Al tweet le siguieron otros, entre los cuáles uno donde fue presentado el proyecto del nuevo estadio que será construído con fondos de la República Popular de China en el terreno de la Escuela Militar. 

Muchas preguntas surgen a raíz de ese regalo, ¿por qué un estadio y no una renovación de nuestra flota de buses? ¿Por qué no un nuevo hospital? ¿O qué tal un centro de investigación científica? ¿O un nuevo campus universitario? Todas esas son realmente prioridades en el país, pero, que yo sepa, un estadio está lejos de constituir una verdadera necesidad para el país. Sin embargo, ¿que da más popularidad, un estadio o una universidad?

Pero aparte de ello cabe hacerse realmente la pregunta que el presidente hizo en su tweet, ¿quién es tu amigo (El Salvador)? A los datos me remito. Me tomé el tiempo de bajar  del sitio del Banco Central los datos de la balanza comercial salvadoreña, o sea, los datos donde se refleja cuanto importamos y cuanto exportamos de cada país alrededor del mundo. Sin constituir ninguna sorpresa, nuestro principal socio comercial, Estados Unidos, apareció en el primer lugar como destino de nuestras exportaciones seguido de Guatemala, Honduras y Nicaragua cuya suma totaliza el montante de 2500 millones de dólares que es equivalente a lo que se exporta hacia los Estados Unidos. Así, todos los países del istmo junto con México y Estados Unidos constituyen 89% del destino de nuestras exportaciones, el restante, 11%, se distribuye alrededor del mundo.

Ahora analicemos las importaciones. 26% de lo que el país importa, de un total aproximado de 15000 millones de dólares (los datos del mes de diciembre aún no están disponibles por lo cuál estimé el mes de diciembre usando la media de los últimos 11 meses), tiene su origen en los Estados Unidos pero, diferentemente a las exportaciones, el segundo lugar en importaciones lo ocupa la República Popular de China con un porcentaje de aproximadamente 16% del total de todo lo que importamos. Más una vez, los países del istmo más México constituyen el origen principal de nuestros productos importados, pero a esta lista se suman Corea, Japón, España, India y Alemania, entre otros (ver tabla abajo). Lo sorprendente para mí de este análisis es que si comparamos la contribución a la balanza comercial de los Estados Unidos y China, este último país nos vendió el año recién pasado 2308 millones  de dólares mientras que nos compró apenas 12 millones de dólares en productos manufacturados en El Salvador. Por su vez, Estados Unidos nos vendió 3709 millones de dólares, pero nos compró 2416 millones de dólares en el año 2021.




Creo que a esta altura cabe preguntarse  cuál es el verdadero interés de China en El Salvador. Imaginemos que las relaciones con Estados Unidos se deterioren a tal punto que pongan en riesgo las relaciones comerciales con aquel país, en particular el Tratado de Libre Comercio (TLC), ¿quién sería el proveedor natural de nuestras importaciones si el TLC con los Estados Unidos acabara? Sí, exactamente, el proveedor natural de una factura de casi 4000 millones de dólares sería China, lo que potencialmente elevaría la factura de importaciones con China de 2500 millones a más de 6000 millones de dólares anuales, eso asumiendo que el país dejara de comprarle a los Estados Unidos. Sin embargo, con una magra factura en la cuenta de nuestras exportaciones de apenas 12 millones de dólares, ¿estaría China dispuesta a comprarle a nuestros productores los más 2600 millones de dólares que actualmente exportamos hacia los Estados Unidos? Me temo que no, los datos actuales de la balanza comercial nos dan suficientes razones para creer que el interés de China no está en aquello que producimos. Muy por el contrario, su interés claro es vendernos sus productos por pequeño que sea nuestro mercado comparado con el resto del mundo.

Por lo cuál nos hacemos nuevamente la misma pregunta que el presidente Bukele nos propuso, ¿quién es tu amigo El Salvador? ¿quién nos vende 26% de nuestras importaciones, pero nos compra casi 40% de nuestras exportaciones? ¿O quién nos vende 16% de nuestras importaciones pero nos compra apenas 0.20% de nuestros productos de exportación?



Sunday 2 January 2022

El Salvador, retrospectiva 2021




 Dos de enero de 2022.

2021 acabó. La economía tuvo en repunte inesperado a raíz del aumento de la demanda en los Estados Unidos lo que generó la demanda de productos exportados desde El Salvador, en particular la maquila, pero también generó un aumento en las remesas enviadas por los hermanos lejanos residentes en los Estados Unidos. Esto por su vez aumentó el consumo y la producción en El Salvador aumentando la recaudación por un lado, pero también las importaciones por el otro.

2021 también fue caracterizado por los desplantes autoriratios del presidente Bukele, en particular tres eventos marcaron esa tendencia: la destitución de los magistrados de la sala; la destitución del fiscal general y el encarcelamiento de varios personajes políticos de la oposición sin que se les concediera el derecho al debido proceso.

Pero 2021 también se caracterizó por un golpe de timón dado por el presidente Bukele al anunciar el 7 de junio en una conferencia Bitcoin en Miami, através de un video pregrabado, la adopción del Bitcoin como moneda de curso legal seguido del lanzamiento de la Ley Bitcoin la cuál fue aprobada en la Asamblea dominada por el oficialismo sin mayores discusiones ni análisis sobre las implicaciones de la ley en el país. 

El 7 de septiembre el Bitcoin pasa a circular como moneda de curso legal; la chivo Wallet es lanzada, cerca de 200 cajeros electrónicos son instalados (y no los 1500 que el presidente había dicho que serían  instalados) y bajo el mayor hermetismo y total falta de transparencia, una empresa privada, Chivo S.A. de C.V. es creada para implementar la Chivo Wallet la cuál desde su lanzamiento ha presentado todo tipo de anomalías, desde las técnicas, robo de identidad, robo de fondos de cuentas bancarias, etc, las cuáles han puesto en entredicho la credibilidad de la aplicación tanto a nivel nacional como internacional.

En noviembre El Salvador fue sede de la Conferencia Latinoamericana de Blockchain y Bitcoin donde sorpresivamente el presidente Bukele anunció el lanzamiento de un bono soberano de deuda por el valor de 1000 millones de dólares, el cuál tendría dos utilidades: 50% para la especulación en Bitcoin y el otro 50% para la creación de infraestructura para la generación de energía geotérmica la cuál sería utilizada para la mineración del Bitcoin. Pero al mismo tiempo el presidente anuncia la creación de Bitcoin City, una ciudad que será construída al Oriente del país, más específicamente en el departamento de La Unión al borde del volcán Conchagua, donde también será instalada la infraestructura para la generación de energía geotérmica.

Dos días después de ese anuncio, el FMI lanza el reporte sobre el artículo IV donde deja claras sus preocupaciones sobre el rumbo económico que el país está tomando, en particular por la tendencia autoritaria y la implementación del Bitcoin como moneda de curso legal, y le hace una serie de recomendaciones al país para poder mejorar la situación fiscal y poder poner las cuentas públicas en orden. Al mismo tiempo avisa que, contrario a lo que el gobierno Bukele afirmaba, no estaba sobre la mesa la negociación de un préstamos de 1300 millones de dólares, anuncio que tiene como consecuencia la profundización de la desvalorización de los bonos de deuda pública salvadoreños y el aumento del EMBI que alcanza su valor histórico de 14.88%, apenas abajo de Argentina y Venezuela. 

2021 también se caracterizó por tres masivas marchas populares donde la gente mostró su descontento con la manera como el país está siendo guiado por el presidente Bukele. Aún así, encuestas de opinión mostraron que la popularidad del presidente continua en alta y al parecer las marchas reflejan un descontento sí, pero este es minoritario comparado con la popularidad del presidente Bukele que ronda los 80% de la población.

En el área de seguridad, mientras el gobierno celebraba el éxito del plan control territorial, varias fosas clandestinas fueron descubiertas con algunas decenas de muertos, la última por cierto en Nuevo Cuscatlán, el municipio donde el presidente Bukele decía que no había incidencia de crímenes desde que él había llegado a la comunca, la cúal continua siendo administrada por Nuevas Ideas. De igual forma, el número de desaparecidos continuó aumentando a lo que el ministro de seguridad llamó de "desapariciones voluntarias" o en su defecto, fruto de asociaciones ilícitas con la criminalidad y el narcotráfico.

En su esfuerzo por silenciar a los medios de comunicación, el presidente Bukele lanza la ley de agentes extranjeros através de la cual le impone fuertes restricciones al ingreso de capital extranjero que tenga como objetivo la financiación de medios de comunicación contrarios a los intereses del gobierno. Inmediatamente algunos países como Alemania anuncian el cese de la cooperación y tanto nacional como internacionalmente muchas voces denuncian la intención del gobierno de amordazar a los medios de comunicación y ONG's contrarias a los intereses estatales. Ante esto, el gobierno detiene la aprobación de la ley hasta nuevo aviso.

2021 fue caracterizado por el deterioro de las relaciones con los Estados Unidos después que el gobierno de Biden lanzó la lista Engel donde constaban importantes funcionarios del gobierno Bukele. Al lanzamiento de la lista Engel le siguió el anucio de sanciones penales contra esos funcionarios. A esto se siguió la denuncia por parte de la encargada de negocios Jean Mannes en medios de comunicación sobre el deterioro de las relaciones de Estados Unidos con El Salvador, en particular con el presidente Bukele, y su partida de El Salvador después de haber fracasado en sus intentos de tender puentes entre la administración Biden y la administración Bukele. Como si esto fuera poco, un ex-fiscal denuncia la existencia de un reporte con pruebas contundentes sobre las negociaciones de la administración Bukele con las estructuras criminales de las pandillas, cosa que obviamente el gobierno Bukele niega rotundamente. Las denuncias son retomadas por diversos medios internacionales las cuáles se suman a las denuncias publicadas por el medio digital "El Faro".

Para cerrar el año el presidente Bukele anunció la construcción de un nuevo estadio que substituirá al Estado Cuscatlán el cual será construído con fondos no retornables de la República de China. Igualmente tuvo inicio en 2021 la construcción de una nueva Biblioteca Nacional, también con fondos de China, y el lanzamiento de algunos CUBOS en diferentes municipios del país.

Al igual que 2020, 2021 también fue un año donde el país vió un aceleramiento en el endeudamiento público y para 2022 dicho endeudamiento apenas tiende a aumentar. En 2022 el país deberá alcanzar el 100% del PIB en concepto de deuda, y hay serias dudas que El Salvador consiga honrar los compromisos con los acreederos, entre los cuáles destaca el vencimiento de una deuda por el valor de 800 millones en enero de 2023. 

Febrero será un mes interesante ya que Bukele prometió en noviembre lanzar el bono Bitcoin, 2 meses después de su anuncio a finales de noviembre de 2021. Con el EMBI a 14.88%, el riesgo país por las nubes y el rendimiento de los bonos salvadoreños por los suelos, existen serias dudas que el país pueda atraer interés al bono Bitcoin, ¿quien en su sano juicio le prestaría dinero a un país que no le da garantías de poder pagarle los préstamos, sean en dólares o en bitcoin? De fracasar en el intento, las opciones que el país tiene son mínimas, ¿re-estatizar el sistema de pensiones y desdolarizar serían realmente opciones válidas y sostenibles en el tiempo para El Salvador?

Como nota final, en el mes de diciembre la Asamblea aprobó la Ley de Aguas, a lo que muchas veces críticas denuniarion que dicha ley no pasaba de una privatización disfrazada del agua. Sin resistencia en la Asamblea, la ley fue aprobada sin mayores alteraciones y sin escuchar a las comunidades ni los intereses de la ciudadanía, apenas fueron escuchados los intereses de las grandes constructoras las cuáles tendrán la preferencia a la hora de extraer recursos hídricos para la ejecución de sus proyetos.