Tuesday 12 February 2013

ARENA Y EL PETATE DEL MUERTO


Saber interpretar la coyuntura, los vientos de cambio y entender que llega un determinado momento en que las agremiaciones políticas tienen que cambiar de rumbo, es vital para garantizarle los días en la arena política de una nación a cualquier partido político.

En un artículo anterior (http://bit.ly/UWMePE) hablaba sobre el ciclo natural de los partidos políticos salvadoreños: surgimiento, ascensión y decadencia, y señalaba que el partido ARENA se encuentra en el último estadio del ciclo, la decadencia. Algunos simpatizantes del partido tricolor reaccionaron con comentarios hasta ofensivos mostrando las cifras de las últimas elecciones así como también los resultados de diferentes institutos de encuestas, cifras que, contrario a lo que afirmaban los defensores del partido tricolor, con el pasar de los días han ido confirmando mis sospechas: ARENA se encuentra en clara decadencia.

ARENA surge como un partido que si por un lado nace para representar los intereses de la oligarquía, por el otro, nace para ser el brazo político de un grupo de poder que tenía claro que el comunismo debería ser combatido con todos los medios habidos y por haber. Tal ideología está plasmada incluso en el himno de su partido el cual reza hasta hoy con todas las letras “patria sí, comunismo no”.

En 1989, mientras el muro de Berlín se desmoronaba y a pasos agigantados la Unión Soviética llegaba a su fin en 1991, El Salvador escribía los capítulos finales de la guerra civil que finalizaría en 1992 con los acuerdos de Chapultepec. La guerra acabó, y durante las próximas cuatro campañas electorales, de las cuáles el partido ARENA fue declarado vencedor tres veces y el FMLN una, la campaña electoral de ARENA siempre se caracterizó por ser una campaña de miedo, basada en la amenaza que la llegada al poder del FMLN constituía por causa de sus ideales comunistas. Evidentemente tal “amenaza” nunca se concretizó porque ni el FMLN persigue tales ideales ni el bloque comunista como tal existe más. Y ante la inexistencia del bloque comunista el nuevo objetivo arenero fue el “socialismo del siglo XXI”, proyecto de izquierda liderado por Hugo Chávez.

Recientemente, como quien da patadas de ahogado, el brazo económico de ARENA, la ANEP, se lanza al ataque contra el FMLN denunciando a ALBA por lavado de dinero, evasión fiscal, competencia desleal y no sé cuantas más acusaciones pero el hechizo parece estar volviéndose contra el hechicero, la gente no asimila más ese discurso desgastado. Contrario a lo que todos dicen, incluso Nayib Bukele en su contraataque a la ANEP, el problema de la ANEP con el ALBA no es económico, es puramente político. No está habiendo competencia desleal ni cosa que se parezca, y la preocupación mayor de la ANEP y ARENA son las ventajas políticas que el proyecto ALBA le está trayendo al FMLN ya que através de los lucros generados por ALBA están siendo financiando diversos proyectos que tienen como objetivo favorecer sectores de la población que tradicionalmente fueron ignorados por la derecha. ¿Y ante la “amenaza” de ALBA como reacciona la ANEP? Con más calumnias, incluso llamando del exterior personas con un hoja de vida altamente dudosa, verdaderos profetas del pasado con el claro objetivo de denigrar a ALBA.

Y mientras ARENA critica los proyectos sociales del FMLN, la gente los ve con buenos ojos. ARENA dice que invertir en la gente es desperdiciar el dinero; darle uniformes, leche, útiles y zapatos a los niños es inútil, “nosotros les daremos computadoras”, dice Quijano; la tregua es una farsa, dice más un líder; el FMLN se ha convertido en un partido de millonarios, sentencia Quijano, sin que consiga explicar por qué critican aquello que desde sus orígenes ARENA también ha sido.

Pero aparte de vivir en el pasado, las propuestas de país de ARENA también son arcaicas. Insisten en recetas con remedios vencidos como lo son el neoliberalismo y la economía de libre mercado donde el mercado se auto-regula, algo que la historia ha probado que no es verdad. Igualmente insisten en la tesis del rebalse, rebalse que el país estuvo esperando durante 20 años para que comenzara a rebalsar riqueza, cosa que nunca sucedió. Al ser indagado sobre el programa de gobierno, Quijano respondió con una frase que no podía ser más vaga: “Nuestra propuesta será hacer lo que nunca hicimos, corregir lo que hicimos mal y continuar lo que hicimos bien o se está haciendo bien”, sin que nadie sepa a ciencia cierta de que estaba hablando el presidenciable.

Y así ARENA continua cavando su propia tumba. Ahora resulta que todo lo malo que sucedió durante los gobiernos de ARENA tuvo lugar apenas durante la administración de Saca, mientras que los escándalos de corrupción, de obras inacabadas, de dinero desaparecido, de contratos mal-habidos como el de la LaGeo, o la privatización de la banca y el sistema de pensiones, fondos que hasta hoy el Estado continua esperando, se extienden através de los 20 años de administraciones areneras.

Para completar, las lideranzas partidarias que mandan en ARENA desde hace décadas no permiten la renovación de cuadros, ni ceden espacio a personas más jóvenes o con mejores ideas, si es que las tienen a final. Y así, ante tantos problemas y con la inminente salida de Cristiani del COENA, más una división está a la vista. ¿Resistirá el partido ARENA a más una división? ¿Qué sucederá con el partido si Norman Quijano pierde las elecciones en febrero de 2014? ¿Provocará más una ruptura? Y peor aún, ¿conseguirá ARENA llegar unido hasta las elecciones de 2014?

Sin líderes que consigan unificar el partido, sin un programa de gobierno consistente y con la vieja estrategia de querer asustar al electorado con el petate del muerto, ARENA está condenada al ostracismo político.


PD: No hago ningún juicio de valor ni de los programas sociales ni del programa de gobierno del FMLN, ni mucho menos del proyecto ALBA, porque ese no es el objetivo del texto.

Edwin Lima
Edwinlima.blogspot.com

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